(EFE). El Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián ha acordado el sobreseimiento de la causa penal abierta sobre las obras «apócrifas» atribuidas a Jorge Oteiza que fueron expuestas en el Museo Diocesano de San Sebastián el pasado mes de junio.
La heredera universal del escultor guipuzcoano, Pilar Oteiza, ha informado este viernes en un comunicado de la resolución judicial del procedimiento que comenzó el pasado mes de septiembre después de que interpusiera una denuncia ante la Brigada de Patrimonio de la Policía Nacional, que ésta hizo llegar al juzgado de San Sebastián.
Pilar Oteiza señala que las fotos personales del escultor mostradas en la exposición «fueron aportadas por la Fundación Museo Jorge Oteiza autorizando su uso».
Esta autorización produjo «un posible malentendido» que «no permite acreditar que haya intencionalidad de engaño y de perjuicio en vulnerar los derechos que, sobre la propiedad intelectual, la Juez reconoce y constata» corresponden a Pilar Oteiza, señala la heredera sobre el contenido de la resolución judicial.
«En ausencia de intencionalidad de engaño y de perjuicio», y ante la «la falta de ánimo de lucro de los investigados», la juez ha acordado el sobreseimiento provisional de la causa, con «expresa reserva de las acciones legales que en vía civil» que corresponden a Pilar Oteiza, afirma.
El pasado 15 de junio el Museo Diocesano de San Sebastián inauguró una exhibición de esculturas «apócrifas», por haber sido «incorrectamente atribuidas a Jorge Oteiza», ha recordado Pilar Oteiza.
Ante este hecho, la «heredera universal» del escultor guipuzcoano interpuso una denuncia porque «no se le había solicitado la preceptiva autorización legal para la explotación pública de imágenes del autor y su obra».
Según señala, el Museo Diocesano «se negó» a entregarle información sobre la exposición y la documentación acreditativa que obrase en su poder, justificativa de la autoría de las obras.
La Fundación Jorge Oteiza comprobó «presencialmente» que se estaban vendiendo al público folletos que contenían imágenes de Jorge Oteiza y esculturas erróneamente atribuidas a este artista«, señala.
Pilar Oteiza remarca que el escultor guipuzcoano cedió su obra, archivo y patrimonio inmobiliario en Alzuza al pueblo navarro «a condición y obligación de que, entre otras condiciones, se editara el Catálogo Razonado de su obra a través de la Fundación que lleva su nombre».
Jorge Oteiza instituyó como heredera universal a Pilar Oteiza, «única titular de los derechos de la propiedad intelectual» sobre la obra del artista y «única facultada» para decidir su explotación y velar por su autenticidad, afirma.
Subraya que ninguna obra que no esté incluida en el Catálogo Razonado de Escultura de Jorge Oteiza, elaborado por Txomin Badiola en 2015, «puede ni debe ser atribuida» a este artista.
La polémica surgió a finales de junio, cuando el Museo Diocesano (D’Museoa) exhibió 16 esculturas con el título «Oteiza Argentinan» y la Fundación Jorge Oteiza aseguró que existían «datos suficientes» para concluir que dichas obras eran falsas.
D’Museoa afirmó haber hecho «todas las verificaciones, estudios, comprobaciones y diligencias debidas antes de programar y diseñar la exposición» y que, «en ningún caso, habría permitido la exhibición de una sola obra sobre la que existiera la mas mínima sospecha en cuanto a su autoría».
Además, añadió que tanto la Fundación Jorge Oteiza como el Museo Bellas Artes de Bilbao las conocían, aunque días después reconoció que ningún técnico de la pinacoteca bilbaína tenía noticia de las supuestas obras de Oteiza.
Deja un comentario