Dos años y cuatro meses de cárcel por cada uno de los tres delitos de los que se le acusaba. El resultado: siete años de prisión le han caído a Víctor Bravo, ex director de la Hacienda gipuzkoana y ex senador del PNV. La suma, por lo tanto, es de siete años y la sentencia se ha conocido hoy. Ésta contempla para Bravo, también, una multa de 3,1 millones y una indemnización a la Agencia tributaria de millón y medio de euros.
A Bravo se le ha juzgado por la cooperación que prestó a una empresa catalana Glass Costa Este Salou a valerse de las ventajas fiscales gipuzkoanas sin estar radicada aquí.
Durante el juicio Bravo defendió ayer la legalidad de la compañía y afirmó también que su participación en la empresa era mínima (un 6,6%). Y negó, también, ser responsable de la Orden foral que benefició a la citada firma y que habría supuesto un perjuicio a la Hacienda gipuzkoana de 1,8 millones de euros. Además justificó el empadronamiento del otro acusado en su casa, Fernando Isidoro González, alegando que éste y él eran buenos amigos.
Sin embargo la sentencia señala que ambos imputados planificaron e idearon una estrategia para que la promotora inmobiliaria se beneficiara de los incentivos y ventajas fiscales que, en ese momento, reconocía la normativa foral a las sociedades con dominio fiscal en Gipuzkoa.
Éste último según la sentencia de hoy ve rebajada su pena a 33 meses y 29 días de prisión y deberá abonar millón y medio de euros.
El caso salió a la luz hace ya diez años y la sentencia no es firme y puede ser recurrida en apelación ante la Audiencia de Gipuzkoa.
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