Con la presencia de un cortejo fúnebre muy solemne y el entierro de la sardina esta noche frente al Ayuntamiento ha terminado el Carnaval donostiarra hasta el año que viene dejando tras de sí imágenes tan divertidas como absurdas, como corresponde a la fecha. Desde la plaza Bilbao hasta Alderdi Eder las viudas han estado acompañadas en esta ocasión por las brujas rojas de Lieja y las txarangas de Los Pasai y Los Incansables. Y la quema de la sardina ha corrrespondido a la Diosa Momo y su séquito.
Una vez se ha quemado la sardina ha continuado la fiesta y algunos piensan ya en los disfraces del año que viene.
El buen tiempo que ha marcado estas fechas ha contribuido a que la fiesta haya sido muy participativa y las comparsas hayan podido lucirse especialmente, así que el Carnaval termina con cortejos fúnebres pero sin tristeza. Se va el Carnaval… pero ya aparecerán otros motivos para seguir festejando.
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