(EFE). El padre de la niña de 13 años presuntamente violada por un familiar en un piso de una localidad guipuzcoana del Alto Deba dicho que se le «vino el mundo encima» cuando un amigo le contó que su hija había sido agredida sexualmente por su primo, en cuya vivienda residían ambas familias.
El acusado, se enfrenta a una petición de 16 años de cárcel por parte de la Fiscalía, aunque él rechaza la acusación y solicita su libre absolución.
Durante el juicio celebrado este lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, se han reproducido a puerta cerrada los testimonios preconstituidos de la víctima y de una testigo menor de edad, sin la presencia de público ni prensa en la sala.
Según recoge el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, las agresiones tuvieron lugar entre el 31 de diciembre de 2018 y el 5 de enero de 2019, momento en el procesado aún contaba con 29 años.
Nochevieja de 2018
El primer incidente se habría producido el día de Nochevieja de 2018 cuando el hombre coincidió en el pasillo de la vivienda con la menor, a la que pidió un abrazo y un beso que la chica le dio en la mejilla, tras lo que el procesado presuntamente la besó en la boca, instante en el que la niña «se apartó».
Seguidamente, el inculpado le preguntó «si había besado previamente a algún chico» y la niña la advirtió de que «no quería nada con él» porque «era su primo».
Unos días más tarde, el 4 de enero de 2019, el hombre preguntó a la chica «si había mantenido relaciones sexuales con un hombre» y, tras la respuesta negativa de la adolescente, la besó en la mejilla y en la boca y la abrazó «con ánimo de quebrar su libertad sexual», a pesar de que ella le insistió en que «no quería nada con él», según la Fiscalía.
La madrugada del 5 de enero, el hombre condujo a la chica «en estado de somnolencia» hasta su cama donde, «con ánimo de satisfacer su deseo» y «vulnerando la libertad sexual» de la menor, la sometió a distintas prácticas de índole sexual y la violó, mientras la víctima era «incapaz de reaccionar», según describe la Fiscalía.
El padre se enteró por un amigo
En el juicio celebrado hoy, el progenitor de la víctima ha explicado que se enteró de lo sucedido porque se lo relató el padre de una niña amiga de su hija, a la que ésta se lo había contado previamente
El testigo ha detallado que al ser consciente de lo sucedido se le vino «el mundo encima» sin saber «qué hacer» en ese momento, si bien más adelante habló con su hija que «explotó en un ataque de histeria impresionante» al relatarle lo acontecido «entre gritos», aunque no recuerda todo lo que le dijo por lo «impactante» que fue para él el hecho de que su primo hubiese «violado» a su hija.
Transcurrido un tiempo concertó una entrevista con el acusado porque «quería saber lo que había pasado» antes de «acudir a la justicia» y «dañarle la vida a una persona», si bien no obtuvo «ninguna respuesta» porque «negó» los hechos» y aquel mismo día interpuso una denuncia.
Niega las acusaciones
Por su parte, el procesado ha vuelto a negar en la vista «rotundamente» estas acusaciones, ha recordado que él mismo tiene dos hijos, y que hacer algo de este tipo resulta «impensable» para él por su propia «educación».
Ha explicado además que en ningún momento llegó a quedarse a solas con la menor durante el tiempo en el que convivieron y ha hecho un relato de los tres días en los que supuestamente ocurrieron los hechos en los que habría estado acompañado por otras personas como su madre, su expareja y otros familiares.
Ha dado a entender también la existencia de malas relaciones con el padre de la víctima desde que les advirtió de que en breve deberían abandonar la vivienda porque iba a ir a vivir allí su cuñada, aunque por entonces la relación ya era «mala» tras haberle acusado de agredir a la menor.
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