Adiós a Tobacco Days. Las puertas de la librería de Gros cerrarán el próximo 20 de febrero después de una trayectoria de cinco años marcada por el sello de la independencia y la exquisitez. El anuncio del cese del negocio se dio a conocer ayer domingo día 5 en las redes sociales del establecimiento, pillando por sorpresa a sus numerosos seguidores y clientes habituales. Tobacco Days, tras un primer periodo en la planta baja de Tabakalera, se había mudado a la calle Secundino Esnaola en julio de 2020, enfrente de los cines Trueba, en una oportunidad que se antojaba magnífica tras el confinamiento. Pero la aventura en solitario a pie de calle ha durado dos años y medio, la mitad de su corta vida.
“Después de 5 increíbles años, ha llegado el momento de descansar y decir adiós a la cuota de autónoma. Vosotrxs le habéis dado vida a este espacio (y a mí también) a lo largo de este tiempo. Eternamente agradecida por ello. El 20 de febrero será el último día”, escribió la librera zarauztarra Inés García, de 36 años, en un mensaje redactado en euskera y castellano que en 24 horas ha obtenido un notable eco en Instagram y Twitter (más de 300 y 150 likes, respectivamente). Así que ya es oficial: la coqueta tienda bajará las persianas para siempre en un plazo de dos semanas. ¿Qué ha pasado? ¿Cuál es el motivo del anuncio? “Es un trabajo que cansa y desgasta mucho y ha llegado el momento de descansar. Quiero vivir más tranquila y tener los fines de semana libres”, responde a DONOSTITIK.
Algo se podía intuir cuando desde el pasado 1 de febrero el horario de lunes a viernes se vio acotado a las tardes (16:30-20:00). El cierre coincide con un trabajo a media jornada que García ha empezado a desempeñar como coordinadora del plan turístico municipal de Usurbil. “Es un ayuntamiento que le da mucha importancia a la cultura, así que no me desligaría del todo del ambiente cultural. Además, yo estudié turismo”, afirma.
Se da la extraña paradoja de que a partir ahora, asegura, tendrá más tiempo para la lectura. “Un proyecto así te quita tanto tiempo que leer se convierte en un auténtico lujo”. Según su responsable, no se trata de una despedida abrupta o prematura; simplemente ha sucedido así. “No le había puesto una fecha límite. El final lo han dictado el cuerpo y el dinero, por lo que me voy contenta y satisfecha”, recalca.
Tobacco Days ha sido bastante más que una librería. Sobre todo en su primera etapa, se destapó como un punto de encuentro de jóvenes y ávidos lectores de contenido alternativo, gente de la cultura y artistas en un lugar en el que eran frecuentes las presentaciones y charlas alrededor de la literatura. Una librería de autor dinámica y viva con obra de editoriales indies que, en una escala más humilde, cubría la baja de Garoa, la hermosa tienda de la calle Zabaleta en la que García había trabajado durante varios años.
Su final pone encima de la mesa el debate sobre el precio de los locales comerciales en la ciudad, un problema de enorme calado que condiciona la existencia de tiendas humildes e independientes. Tobacco Days no ha podido escapar a las subidas de la factura de la luz, el elevado coste de los alquileres y el pago de la cuota de autónomos, tres elementos que han sido decisivos en la decisión. “Nos centramos mucho en culpar a Amazon y a las grandes multinacionales de todos los males, y es verdad; pero hay otros problemas que rodean a pequeños proyectos como este. Si quieres tener visibilidad necesitas pagar una pasta por el alquiler y eso es algo que solo se lo puede costear una cadena», reflexiona.
«Muchos proyectos interesantes jamás se llevarán a cabo porque los alquileres de la ciudad no lo permiten. Es una manera de matar de raíz la identidad de una ciudad. Ya estamos viendo en lo que está derivando”, comenta en referencia al continuo goteo de cierres de locales de los últimos años y la reciente aprobación de la apertura de un nuevo centro comercial en la zona de San Bartolomé.
Hasta el próximo día 20 los parroquianos tendrán tiempo de despedirse como es debido y comprar un último libro en una tienda que será difícil de reemplazar y que ha estado a mil años de las librerías dominadas por las grandes editoriales. “He tenido charlas súper interesantes y he conocido a gente. He hecho buenos amigos gracias a la librería. Me quedo con eso”, dice Inés García nada más levantar la persiana de Tobacco Days en una ya definitiva cuenta atrás.
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