(EFE). Un hombre se enfrenta a una petición de penas que suman 22 años de cárcel por parte de la Fiscalía de Gipuzkoa, que le acusa de maltratar, vejar, amenazar de muerte y violar a su novia, incluso cuando estaba enferma, en distintos pisos de San Sebastián en los que la pareja residía en habitaciones alquiladas.
Según detalla el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso EFE, los hechos, que serán juzgados este mes en la Audiencia de Gipuzkoa, sucedieron a lo largo de la relación sentimental que la pareja mantuvo entre agosto de 2018 y diciembre de 2019.
Durante este período, el hombre habría sometido a su pareja «a violencia psíquica y física de manera habitual en forma de vejaciones, amenazas y agresiones», a través «de puñetazos, patadas, empujones y agarrones de cuello», con ánimo de «quebrantar su tranquilidad» y «creando un clima de angustia y miedo» en su víctima por «su trato violento».
Controlaba sus movimientos
De esta manera, «con el propósito de someter y doblegar la voluntad» de la mujer, el inculpado «desarrolló conductas dirigidas a restringir» su libertad, ya que controlaba «sus movimientos», le impedía relacionarse «libremente» con sus amistades y familiares, y utilizar el teléfono móvil.
Asimismo, era habitual que se dirigiera a ella con insultos como «gilipollas, cerda, puto saco de huesos de mierda» y expresiones vejatorias como «estás mal de la cabeza», «eso lo puede hacer cualquiera poco inteligente» y, «si no me obedeces, te esperará algo peor».
El documento concreta también que, en las oportunidades en las que la chica se negaba a mantener relaciones sexuales, el varón «la agarraba, la inmovilizaba, le golpeaba» y la violaba.
El texto detalla varias de estas situaciones, la más grave de las cuales tuvo lugar en noviembre de 2019, en un momento en el que, a pesar de que la víctima se encontraba «enferma» y «dormida», él la despertó «agarrándola por detrás e inmovilizándola», la amenazó con matarla y arrancarle «la mandíbula y los dientes», tras lo que la violó, al tiempo que «le propinaba puñetazos».
Finalizó la convivencia
Tras este episodio la víctima finalizó la «convivencia» con el imputado y se marchó al domicilio de su hermana, quien convivía con el padre de ambas.
Sin embargo, transcurridos unos días, el 12 de diciembre de ese mismo año, el procesado acudió a esta vivienda, donde mantuvo una discusión con la perjudicada y su hermana, tras la que presuntamente propinó un golpe a su exnovia, quien presenta «afectación psicológica» por todo lo sucedido.
La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito continuado de violación y de distintos delitos de maltrato habitual y no habitual, vejaciones injustas y amenazas leves, siete de ellos en el ámbito de la violencia contra la mujer.
Además de las citadas penas de prisión, el Ministerio reclama que el hombre no pueda aproximarse a su víctima ni comunicarse con ella, que cuando sea excarcelado permanezca en situación de libertad provisional, y que compense a la afectada con 5.300 euros, entre otras penas accesorias. E
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