«Se protege lo que se ama y si conoces el océano querrás protegerlo». Con simpatía, con carisma y con claridad («no opino sobre la política en otros países porque diga lo que diga va a ser un titular») se ha expresado esta mañana Arnold Schwarzenegger en su encuentro con la prensa para presentar uno de los puntos fuertes de este Zinemaldia: ‘Wonders of the sea’ (‘Maravillas del mar’), la película del hijo de Jacques Cousteau, Jean Michel Cousteau, un motivo para la reflexión y un regalo para la vista. Igual que resulta un regalo para el Festival de San Sebastián que aparezca un actor como Schwarzenegger, vinculado a la historia de todo cinéfilo por la popularidad de sus películas aunque algunas sean «parar tirar a la basura», como ha expresado él mismo entre risas.
«El medio ambiente nunca debería ser una cuestión política», ha expresado el ex gobernador de California. «Los partidos políticos te hacen creer que lo es porque es su negocio, pero hablamos de salvar vidas. No importa de qué partido seas», ha añadido animando a que cada cual se cuestione qué hace en favor de este tema. «Si Donald Trump y todos los de la Casa Blanca fueran inteligentes harían lo que en su momento hicimos en California: aprobamos leyes para tomar una dirección más verde aunque nos decían que se iba a colapsar la economía. Hoy California crece más rápido que el resto de Estados Unidos».
El actor, que coproduce la película y es el narrador, ha reiterado que siete millones de personas mueren al año a causa de la contaminación. «De esto va mi participación. De la necesidad de un aire, un suelo y un océano más limpios. Y de proteger el mundo para generaciones venideras. Además ‘Wonders of the sea’ es una fiesta para la vista».
El rodaje ha durado durante cinco años y ha sido complicado por lo que supone trabajar bajo el agua. Al respecto ha expresado el director de fotografía Gavin McKinney que no hay más clave que «paciencia y paciencia». «Una de cada diez veces merecía la pena esperar».
Por otro lado el hecho de que la película sea en 3D puede ser un atractivo para los niños y de hecho es una película para ver en familia, como han expresado todos los miembros del equipo. «Los jóvenes educarán a sus padres tras verla», ha comentado el otro productor, Francois Mantello, que en su turno ha abogado por el optimismo ambiental. «Si se protege un lugar, la vida vuelve. Así que seamos optimistas. El siglo XX ha sido horrible en ese sentido, pero el siglo XXI debe ser el del medio ambiente. Porque si no no habrá siglo XXII».
En este sentido Jean Michel Cousteau ha recordado que en 1971 su padre ya habló con el Gobierno de EEUU y advirtió de que si no protegían el mar después sería muy tarde. «Estamos a pocos años de que sea demasiado tarde. Olvidemos política, razas y religiones. Hay una población humana completa que puede cuidar del océano. Estamos todos conectados».
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