El Sindicato de Enfermería de Euskadi (SATSE) denuncia que se han detectado «numerosas incidencias y contradicciones a la hora de cumplir con el proceso recogido en las Bases generales respecto a la validación de documentos y méritos» en la OPE de Osakidetza. Y añade que este proceso habitualmente se hacía una vez publicados los listados de personas aprobadas, pero en esta ocasión Osakidetza ha modificado las bases y se hace al inicio del proceso, con el listado definitivo de personas admitidas a examen.
«El primero de los problemas llegó con la entrega de diplomas de la formación pendiente de validar, ya que según la OSI se observaron diferentes criterios de si debían entregarlos o no. Osakidetza tuvo que pronunciarse y publicó un aviso aclaratorio, pero ahora ha vuelto a ocurrir lo mismo con la entrega y registro de los DNI», advierte SATSE en un comunicado. «Las bases generales especifican que se debe entregar fotocopia simple del mismo, pero en las OSIs hay dudas al respecto y en algunas se niegan a recoger el documento, con el perjuicio que esto está suponiendo a las personas opositoras».
«Añadido a esta diferencia de criterios, a causa de la falta de personal y saturación en los departamentos de registro y validación de las OSIs, hay inmensas colas y dificultades a la hora de realizar el registro, así como situaciones de conflicto entre las personas opositoras y el personal de registro. No hay que olvidar que el plazo es de 10 días, por lo que hay profesionales que podrían quedar fuera de plazo», denuncia el sindicato.
SATSE teme que “esta situación va a ir a peor, ya que actualmente se están validando las categorías minoritarias. En cuanto lleguen las que tienen mayor volumen de personas admitidas, como es el caso de enfermería, si no hay unas directrices claras y avisos clarificando a la gente qué es necesario entregar y qué no, así como personal suficiente para hacer frente a proceso, nos encontraremos ante situaciones insostenibles”.
Desde SATSE se han dirigido a Osakidetza por escrito para exigir soluciones consideramos que “es inadmisible que, una vez más, los y las profesionales deban sufrir las consecuencias de una gestión nefasta, en parte producto de la falta de comunicación y negociación con la parte social, ya que si se hubieran negociado las bases antes de publicarse se podría haber detectado este problema y solucionarlo”.
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