Sara Alonso (Donostia, 1999) se define en las redes sociales como ‘Trail runner’. Tras ganar el Campeonato de España absoluto en Ibiza y batir el récord de la subida a Coll de Pal, la joven donostiarra habla con Donostitik en uno de sus lugares favoritos de la ciudad, el muro de Sagües. Charla sobre su peculiar historia y sobre el Campeonato de España de montaña, a punto de empezar. ¿Uno de sus sueños?, que el ‘Trail’ llegue a ser deporte olímpico y participar en unos juegos.
¿Cómo empezó Sara Alonso en el mundo del atletismo y cuales fueron sus primeros pasos?
Yo empecé jugando al fútbol pero a los 16 años me cansé. Por amigas me apunté a atletismo en la Gimnástica de Ulia con la intención de hacer velocidad, pero era un club solo de fondo… Empecé tan tarde que la entrenadora no confiaba mucho en mí y no me quiso hacer ficha. Al ver eso y con el ánimo de mi padre, me apunté por libre a la Gazte Behobia y sorprendí quedando tercera. A raíz de eso mi entrenadora me hizo la ficha y quedé séptima de España sub20 en 2.000 metros con obstáculos.
En qué momento pasó el atletismo de ser un simple hobby a ser su dedicación?
Diría que siempre ha sido un hobby para mí y todavía lo sigue siendo. Del atletismo pueden vivir solo unos pocos afortunados. En cambio, desde que saqué muy buenos resultados en mi primera carrera de montaña he sentido que puedo profesionalizarme y ofrecerle más tiempo, aunque no vivir de ello.
¿Por qué cambió la pista por la montaña?
Estudio un doble grado en fisioterapia y ciencias de la actividad física y el deporte en la Universidad de Lleida. En una asignatura fuimos a correr a los Pirineos y al monte. Además ya había participado en carreras populares de montaña aquí, en Euskadi, pero al dedicarme a la pista no podía permitirme una lesión en el monte. A raíz de esto, tras la pandemia me apunté en solitario a la carrera de Calfranc. En las salidas escalonadas salí la 190 de 200, a más de una hora de diferencia de los favoritos. Cuando llegué a meta había hecho el segundo mejor tiempo, fui la mejor española y quedé por delante de la campeona de España del momento. Fue inesperado para todos y vi que es mi terreno.
Ganadora de la San Silvestre Donostiarra, tiene un Top10 en la Behobia, récord de Gipuzkoa en 3.000 metros obstáculos y recientemente Campeona de España por comunidades de ‘trail’ con récord en la “Pujada a Coll de Pal”. ¿Cuál es el secreto de sus éxitos con tan solo 22 años?
Han sido dos experiencias buenísimas. En Coll de Pal no me jugaba nada a nivel competitivo, fui a disfrutar (aunque estaba muy nerviosa) y rompí el récord del momento. Me encantó la experiencia y además ha tenido mucha repercusión en los medios con unas imágenes preciosas. En Ibiza salí en el último cajón porque era por Comunidades y Euskadi no quiso participar. Ahí nadie me conocía. Fui por libre a tres minutos de diferencia de las mejores pero las cogí y aunque les llevaba tres minutos seguí para adelante porque estaba muy fuerte. En dos carreras quedar Campeona de España absoluta ha sido inolvidable y ahora la gente conoce a Sara Alonso
Este fin de semana se juega el Campeonato de España de carreras de montaña en Liencres, Cantabria. ¿Con qué aspiraciones va? Los 4 primeros irían al Europeo con la selección de España. ¿Es algo que le quita el sueño?
Soy una persona muy nerviosa y sí que me está costando conciliar el sueño estas dos últimas semanas. Nunca he sido Internacional y es algo que tengo en mente, claro. En cuanto a las aspiraciones no quiero ponerme un límite, pero firmo ahora mismo quedar en el Top 4. Es una carrera corta y con poco desnivel y esto aumenta la rivalidad. Es una carrera de 16 kilómetros y creo que mi distancia idónea es de más de 20 kilómetros y con algo más de desnivel, pero voy a Cantabria con muchas ganas.
Estudia en Lleida, con lo cual está lejos de su familia. Para la mayoría de las pruebas también se va fuera. ¿Cómo es la vida de una atleta tan joven lejos de los suyos?
No tan lejos. ¡Mis padres no se pierden una carrera! Han estado en Ibiza, vienen a Cantabria… cuando corría la carrera popular de cualquier barrio de Donostia también se acercaban y siempre he sentido su apoyo y es algo que les encanta. A los amigos de Donostia sí que los echo de menos, pero intento aprovechar el tiempo que estoy aquí. En Lleida estoy contenta y también tengo amigos, pero aquello es muy plano y tengo que encontrar soluciones para entrenar.
La pandemia ha afectado a todos de una manera o de otra, ¿Cómo lleva el confinamiento una persona que necesita salir a correr para no perder la forma?
Las primeras dos semanas fueron un agobio constante. La situación sanitaria y el miedo eran nuevos para mi y además los campeonatos no se habían cancelado. Mientras tanto mis rivales entrenaban en casa con un material del que yo no disponía. Creo que después de todo lo que me ha pasado este último año le he dado un empujón a mi carrera y ahora puedo decir que me ha afectado positivamente.
Hoy en día, en una semana normal, ¿cuánto tiempo le dedica Sara Alonso a entrenar?, ¿realiza alguna dieta especial debido al deporte que practica?
Entreno todos los días y alternando alguna sesión doble, pero en tiempo no es tanto. Puedo correr 20 kilómetros en una hora y veinte minutos y terminar el entrenamiento con eso o entrenar corriendo durante tres horas. Depende mucho de las modalidades. En Lleida por ejemplo tardo más tiempo yendo al lugar necesario y volviendo a casa que en el entrenamiento. En cuanto a la dieta no sigo algo muy estricto. Me cuido la comida porque corriendo cada uno arrastra su peso y en este deporte es un factor muy importante.
Cuál diría que es su mejor experiencia en su corta carrera profesional?, ¿cuál sería un sueño que le gustaría cumplir?
Quedar campeona de España absoluta ha sido mi mejor experiencia por ahora, pero clasificarme para el Europeo este fin de semana sería brutal. En estos momentos tengo los pies en la tierra, pero a largo plazo tengo muchos sueños. Las carreras de aquí como la Zegama-Aizkorri o la Behobia-San Sebastián son ilusiones que tengo en mente también. Además dicen que el «Trail» puede llegar a ser deporte olímpico en unos años, y acudir a unos Juegos Olímpicos o a un mundial sería la mayor aspiración.
¿Ha tenido algún ídolo o referente a lo largo de su carrera?
En la Universidad me hablaron de Sheila Avilés, que había estudiado ahí. Cuando llegué no la conocía pero empecé a seguir sus pasos. Para cuando la conocí ya era la tercera del Mundo y con un palmarés brutal y ahora mismo compartimos entrenador. Puedo decir que es un referente y una inspiración para mi.
Al estar tanto tiempo fuera de su ciudad, ¿qué es lo que le gusta hacer en Donostia cuando llega? Supongo que seguirá entrenando…
Me gusta aprovechar para entrenar en el monte, cosa que en Lleida no puedo hacer, pero lo que más echo de menos es venir a la playa, a La Zurriola, o estar con mis amigos en el muro de Sagües. El ambiente que hay en Euskadi también es algo que echo de menos cuando estoy en Lleida.
¿Cómo ve el atletismo donostiarra?
Soy muy ‘friki’ del atletismo y sigo mucho el de aquí. Creo que en Gipuzkoa hay atletas de muchísimo nivel y se podría invertir más. Por ejemplo en Donostia tardaron mucho en arreglar el Velódromo, se invirtió muchísimo dinero en el Estadio de Anoeta y se olvidaron del mini-estadio… Hay muchos atletas con un nivel alto y aspiraciones muy altas y no entrenan en las mejores instalaciones. Euskadi tampoco se ha volcado en la pandemia a celebrar ninguna prueba cuando en otros sitios si se ha hecho y con muy buenos resultados.
¿Qué consejo les daría a aquellos niños donostiarras que quieren empezar en el atletismo?
Les diría que lo más importante es disfrutar de los primeros años y del proceso de aprendizaje. Al principio creo que es bueno tomárselo como un juego. Yo empecé tarde y he sacado unos resultados medianamente buenos, pero mucha gente que promete mucho desde los 12 años se cansa muy rápido por tomárselo tan en serio desde el principio.
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