Inicio » Secciones » Blogs » Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del tótem
Blogs: Por los senderos de Basajaun

Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del tótem

La ruta es un corto paseo entre bosques y paredes, en el cual n ose salva un importante desnivel, en suma, un paseo para disfrutar

Un sobrecogedor diente pétreo se eleva directamente hacia el cielo, sobresaliendo entre los bosques de encina que se acurrucan a sus pies. Algo en él, extrañamente magnético, te atrapa cuando dejas que tus gastadas botas acaricien los viejos senderos que nos llevan a descubrir sus atávicos secretos. Un tótem de piedra, con una marcada forma humana, que vigila eternamente el valle y la vida cotidiana que se extiende a su vera. Pero también es un guardián de la sabiduría de la vieja cultura del bosque, de la huella que gentes han dejado a su cobijo desde tiempos inmemoriales, de una forma de vivir, de entender la vida, una forma de ser, de pensar,… una forma que hoy vamos a intentar descubrir.

Buitres 1024x768 - Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del tótem

Este tótem se levanta en uno de esos parajes imprescindibles de nuestra geografía, un paraje de impresionantes paredes y monolitos calizos, refugio de una amplia variedad de aves como el buitre, el alimoche, águila real, el halcón peregrino o búho real, por citar alguna. Refugio así mismo de escaladores, que han hecho de este enclave, o alguna zona del paraje, su rincón en el que desafiar a la ley de la gravedad. Todo ello tapizado por un extraordinario bosque de quejigos, boj, encinas, genista o enebro.

Santuario de San Quiriaco 1024x768 - Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del tótem
Santuario de San Quiriaco

Por si todo esto no fuera ya más que suficiente para dejarnos embaucar por sus milenarios encantos, añadiré que en este rinconcito de la cuenca de Pamplona, se encuentra un santuario de origen prehistórico. Así que, tan solo nos queda, calzarnos las botas y lanzarnos sin miramientos a descubrir este lugar único y bello.

La ruta es un corto paseo entre bosques y paredes, en el cual n ose salva un importante desnivel, en suma, un paseo para disfrutar. El ascenso hasta el santuario, nos llevará menos de una hora, pero os invito a que caminéis, sin prisa, a que pos paréis en cada rincón del sendero, disfrutando de toda la magia que el camino nos regala.

Acceso al Santuario 768x1024 - Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del tótem
Acceso al Santuario

Para descubrir este singular entorno, debemos alcanzar la localidad de Etxauri, ubicada muy cerca de la capital navarra, en el valle del mismo nombre. Por la carretera NA-700, alcanzamos el kilómetro 15 de la misma, donde aparcamos a la derecha de la vía, justo desde donde parte una pista de tierra que tomaremos, para iniciar nuestro paseo.

Caminamos un corto tramo hasta toparnos con una preciosa y solitaria encina, uno de los grandes árboles sagrados de las viejas culturas europeas. Merece la pena pararse un poquito, y escuchar el susurro del árbol. Nos contará que los antiguos, lo consideraban un símbolo de fortaleza, solidez y longevidad. Que fue el árbol de cuya madera se fabricó la cruz donde se crucificó a Jesucristo. O que ha pasado a la cultura tradicional como nombre de numerosos pueblos a lo largo y ancho de la geografía peninsular. O nos recitará los versos del gran poeta Antonio Machado, que dicen: “El campo mismo se hizo árbol en ti parda encina.”

Pinturas desaparecidas del refugio - Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del tótem
Pinturas desaparecidas del refugio

Dejamos la magia de la vieja encina, y seguimos caminando, a la izquierda del árbol, vemos una piedra que tiene una flecha pintada en negro, y debemos tomar la dirección que nos indica. Caminamos al abrigo del impresionante bosque, ganando altura entre bojes, enebros o quejigos, que nos regalan su abrazo y sus indescriptibles aromas. Pasamos junto a un monolito natural, que bordeamos. Seguimos caminando pausadamente, y de pronto, aparece frente a nosotros la gran piedra-tótem. Un monolito con forma de rostro humano con los ojos cerrados, muy conocido entre los escaladores, quienes lo llaman “El Huso”. No es casual, seguramente, que el santuario que hoy buscamos, estuviera indeleblemente unido a esta piedra, tal vez, fue uno de los motivos, por los que, aquellos hombres y mujeres eligieron este enclave, para ubicar el santuario. Muy cerquita queda el refugio de montaña edificado en el abrigo de la Peña del Cantero, tristemente unido a la destrucción de unas interesantes pinturas prehistóricas de sus paredes.

El ascenso bordea el monolito y continua ganando altura, hasta que, oculto entre el bosque, aparece a nuestra izquierda el acceso al santuario. Una estrecha abertura en la roca, con signos de labra, por la que apenas pasa una persona. La abertura muestra los restos de lo que, posiblemente, fueran los anclajes de algún tipo de cerramiento. A este santuario, solo podrían acceder determinadas personas de la tribu, se trata de un lugar sagrado, quizás sacerdotes, guerreros, jefes tribales,…

Castro de Leguin 1024x768 - Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del tótem
Castro de Leguín

Pasamos por la abertura y a nuestra izquierda se localiza la zona superior del santuario de San Quiriaco o San Quirico. Dos tramos de escaleras talladas en la roca, nos llevan hasta la zona superior, donde localizamos una piedra plana. Posiblemente, en ella se colocarían los cadáveres de los guerreros muertos en combate, con la finalidad de que los buitres, comieran sus restos elevándolos, de esta forma, a los dioses. Los buitres son animales profundamente sagrados para muchas culturas de la vieja Europa, y esta tradición celtibera, la recogieron autores clásicos como Silo Itálico o Eliano. Muy cerquita de Etxauri, junto a la carretera que une esta localidad con la cercana población de Ibero, se encuentran los restos del castro de la Edad del Hierro de Leguín, posiblemente unido al santuario de San Quiriaco.

Cuenca del Arga 1024x768 - Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del tótem
Cuenca del Arga

Solo nos resta descender por el mismo camino, pero nuestros pasos se resisten a abandonar este paraje, profundamente mágico, importantísimo para nuestros ancestros. Un lugar que emana la energía incomparable de los viejos lugares, de los sitios sabios, que nos invitan a descubrir sus secretos pausadamente.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

## Suscríbete a la newsletter semanal de Donostitik.com

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

DBUS
Ekin
Día mundial del retrete
Kutxa Fundazioa
Didoe