El Museo San Telmo expone 10 cañones restaurados en el claustro antes de que sean trasladados al monte Urgull en primavera. Ocho son cañones de barco y los dos de mayor tamaño son cañones de tierra.
Según explica una nota del museo en los años 2009-2010 se realizó un tratamiento de restauración y posteriormente estos cañones se instalaron en Urgull, en el polvorín de Napoleón.
En 2018-2019, sin embargo, para evitar el efecto de la oxidación debido a la humedad local, se llevó a cabo una nueva restauración: la eliminación de la corrosión de cañones por electrólisis. Esta última intervención se llevó a cabo en Gordailua, Centro de Colecciones Patrimoniales de Gipuzkoa de la Diputación Foral, que cuenta con las instalaciones adecuadas para llevar a cabo este trabajo.
Este tratamiento de restauración permitirá devolver los cañones a su ubicación en la primavera de 2021, de manera que se podrán ver nuevamente en el monte Urgull.
Estos diez cañones expuestos en el claustro del Museo San Telmo están estrechamente relacionados con la historia de San Sebastián. La situación estratégica y fronteriza de la villa ha marcado la historia de la ciudad especialmente del siglo XVI hasta finales del XIX. Para entender el contexto hay que pensar en una población que durante siglos convivió con guarniciones militares.
En consecuencia en Urgull y alrededor del monte se encuentran hoy en día una serie de cañones que atestiguan este pasado bélico y el museo se encarga de la conservación y restauración de estos elementos patrimoniales. Son en total 48 cañones que se pueden clasificar en diferentes categorías o modelos: cañón marino, cañón largo, lombarda, un tercio de culebrina, batería de 7,5, etc. La mayoría es de hierro fundido y algunos de bronce. Básicamente la tipología es la de los cañones de tierra y la de los cañones de barco, que son mucho más pequeños.
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