Mucho, mucho frío hacía hoy para correr la San Silvestre donostiarra y sin embargo nadie se ha dejado amilanar. Ya desde días antes se habían terminado los dorsales y 4.500 corredores han participado este año en una tradicional carrera que sin embargo ha contado con una novedad importante: el cambio de recorrido, ya que las obras del topo han impedido que el trayecto comenzara en el Antiguo, como siempre, y los participantes han comenzado y han terminado el circuito en la plaza Easo.
Los primeros en llegar han sido el francés Pierre Urruty (que ya había ganado esta carrera con anterioridad) y Marisa Casanueva, de Manresa.
Como siempre ha habido disfraces, buen humor y una mezcla deportiva y festiva que sólo se da en la San Silvestre, que en este caso ha contado incluso con unas corredoras recién llegadas de San Fermín.
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