Que un cocinero camine por los pasillos y se le acerquen grupos de estudiantes para pedirle una foto no es frecuente, aunque… en este caso se trata de Gastón Acurio y los pasillos son los del Kursaal, es decir, los de San Sebastián Gastronomika. Minutos antes el peruano había recibido un homenaje en el auditorio en el que no faltó nadie y allí recordó, micrófono en mano, que se encontraba en Madrid con 18 años y el mandato de su familia de convertirse en abogado cuando leyó en un periódico una entrevista con Juan Mari Arzak. Cogió un autobús, se presentó en Donosti y decidió que sería cocinero. Aunque seguro que no imaginó hasta qué punto le iría bien.
Hoy ha comenzado oficialmente San Sebastián Gastronomika y lo ha hecho entre homenajes y aniversarios: los 40 años que se cumplen del nacimiento de la Nueva Cocina Vasca y los 30 años de Eurotoques. La cocina vasca, en fin, la anfitriona, está muy presente en el evento y por el escenario han desfilado junto a Acurio Juan Mari Arzak, Karlos Arguiñano, Pedro Subijana, Hilario Arbelaitz, Martín Berasategi, Andoni Aduriz…
Subijana, por cierto, también narró una anécdota: la de la «decepción» que sufrieron su familia y la de Karlos Arguiñano cuando sus chicos se decantaron por la cocina. «Y resulta que ahora hay padres que te piden una recomendación para que su hijo entre en una escuela…»
La directora del congreso, un evento cuya magnitud es difícil de delimitar entre el market, el auditorio con sus ponentes llegados de seis países, las catas, los concursos de tapas y vinos… la directora del congreso, en fin, Roser Torres, dejó claros sus dos afanes: que los donostiarras empiecen a ver como propio el evento y que éste sea un referente para las escuelas de cocina.
Este San Sebastián Gastronomika tiene, además, una vertiente altruista muy importante y un reto. Que la asociación Zaporeak Solidario se lleve gracias a quienes circulan estos días por el Kursaal un buen pico con el que continuar su enorme labor con los refugiados en Grecia. Y es que el colectivo que comenzó trabajando a pequeña escala en el barrio de Intxaurrondo da diariamente más de 1.700 comidas de 1.400 calorías, lo que supone un gasto de 80.000 euros al mes. Varias urnas ‘adornan’ estos días los pasillos por los que circulan los mejores cocineros del mundo y ojalá se cubra la ambición altruista de Zaporeak.
Para cerrar la inauguración no faltó en el escenario el postre dulce de Torreblanca. El maestro ha recreado en Donosti una muestra pastelera tradicional de los países que protagonizan este encuentro: Australia (el que más le costó sacar), Brasil, Sudáfrica, Japón, Turquía y Hungría. Todo ello alrededor de un globo terráqueo maravilloso que se ha llevado todos los flashes.
Entre ponencias (hoy han desfilado entre otros Carme Ruscalleda, el brasileño Alex Atala, Josep Roca o Mario Sandoval), degustaciones y contactos comerciales la gastronomía es la protagonista estos días y sus artífices más destacados verdaderas estrellas con las que dan ganas de sacarse una foto. Y Donosti de fondo, con un maravilloso sol tardío colándose por todas las ventanas del Kursaal.
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