(EFE). La ONG guipuzcoana Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) ha denunciado este miércoles que se ha visto abocada a abandonar el campo de refugiados de Chios, en Grecia, debido a las nuevas condiciones burocráticas impuestas por el Gobierno de aquel país, que entienden «imposibles» de cumplir.
La coordinadora del proyecto de SMH en Grecia, Viki Clarademunt, la enfermera Edurne Ollaquindia y la periodista y voluntaria Isa Eguiguren han informado, en una rueda de prensa en San Sebastián, de que en febrero se vieron obligadas a abandonar la clínica del campamento de Chios en la que trabajaban.
Según han indicado, en diciembre el Gobierno griego les indicó que debían inscribirse en un nuevo registro para poder operar en Chios, para lo que les exigió unas condiciones burocráticas y económicas que, según han denunciado, no es posible cumplir en el plazo establecido.
A su juicio, estas condiciones, entre las que figura presentar una auditoría externa de su actividad, representan una «excusa» para expulsar a las ONG extranjeras del campamento de Chios y convertirlo en un «centro de deportación».
«Tener una auditoría externa que periódicamente revise el programa de actuación cuesta más dinero que el presupuesto que tenemos para cubrir las necesidades de los refugiados«, ha lamentado la coordinadora del proyecto.
Esta ONG, propietaria también del buque de rescate Aita Mari, comenzó a operar en la isla griega en 2015 como equipo de rescate en la costa y posteriormente empezó a trabajar ofreciendo atención sanitaria con médicos y enfermeras en la clínica instalada dentro del campamento.
Las trabas del Gobierno griego se iniciaron justo antes de la pandemia de la covid-19, en un «proceso» que, según afirman, se ha ido agudizando hasta llegar a la exigencia de estos requisitos y el ultimátum recibido en febrero, cuando el ministro de Inmigración griego les comunicó que debían abandonar el campamento.
«Eramos los últimos allí junto a una ONG alemana. No va a haber testigos, tememos que se convierta en un campamento de deportación porque no va a haber testigos», ha afirmado Claramunt.
SMH estudia la posibilidad de iniciar en junio un nuevo proyecto también en Grecia, en concreto en el entorno de Atenas, ciudad a la que son trasladados muchos de los refugiados que llegan a las islas griegas en pateras.
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