(EFE). Rubén Múgica, hijo del histórico dirigente socialista Fernando Múgica Herzog, asesinado por ETA mañana hace 26 años, ha denunciado «las intrigas entre el presidente, Pedro Sánchez, y el cortejo de los criminales» (en alusión a EH Bildu), al tiempo que ha pedido «combatir cada intento de favorecer a los asesinos» de ETA.
«De qué sirven» los homenajes que se tributan a los asesinados «si el Gobierno de la nación hace alquimia con las leyes para beneficiar a los terroristas», se ha preguntado Múgica durante el acto de recuerdo a su padre celebrado este sábado por el PSE-EE en el cementerio donostiarra de Polloe, al que ha acudido el secretario general de este partido en Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, junto a otros dirigentes socialistas y varios representantes del PP como Muriel Larrea y Jorge Mota.
Al homenaje, que ha consistido en una ofrenda floral ante la tumba de Múgica Herzog, también han asistido su viuda, Mapi Heras, y sus tres hijos: José María, Fernando y Rubén, además del alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, y el subdelegado del Gobierno en Gipuzkoa, Guillermo Echenique, entre otras personalidades.
Durante el acto Rubén Múgica ha asegurado que las víctimas del terrorismo están «legitimadas» para «denunciar» que el Partido Socialista «no sólo calló» cuando el líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, propuso «presupuestos a cambio de presos», sino que ahora «en su agenda legislativa» los socialistas «tienen incluida una reforma del código penal, con la que reducir las condenas de los criminales».
«Hay que denunciar las intrigas entre el presidente, Pedro Sánchez, y el cortejo de los criminales, y combatir cada intento de favorecer a los asesinos», ha recalcado Múgica, antes de recordar que «mientras los criminales alardean de sus crímenes, ninguna de sus víctimas se tomó nunca la justicia por su mano«.
«La izquierda orgánica española -ha agregado- debe explicar qué clase de progreso hay en alcanzar el poder con el apoyo de partidos nacionalistas que reclaman privilegios nacidos de la tierra y del origen, contrarios a la igualdad entre los españoles».
«Todo a peor», ha proseguido Rubén Múgica, antes de lamentar que esta «izquierda orgánica» haya ido «aún más lejos, exhibiendo hoy sus alianzas de poder con quienes aplaudían y celebraban los asesinatos, si es que no los cometían; de la capucha al escaño, como se nos amenaza con el tal David Pla», ha dicho, en referencia a este exjefe de ETA recientemente incorporado a la dirección de Sortu.
En otro momento de su discurso, Múgica ha afirmado que el problema del terrorismo en el País Vasco no fue «un conflicto, que es cosa entre iguales», ni tampoco «una guerra», sino «una persecución totalitaria, violenta y racista, planificada y ejecutada contra ciudadanos indefensos«. «Llamemos a las cosas por su nombre», ha demandado.
En este punto, ha reivindicado también la «deuda del Estado» con las casi 350 familias españolas que ignoran quién señaló, quién disparó, quién colocó los explosivos» que acabaron con sus familiares y que, según ha dicho, «no buscan leyes excepcionales, sino que las leyes se cumplan sin excepción».
«Es inaceptable que muchas víctimas del terrorismo deban promover la reapertura de sumarios olvidados y abandonados en estanterías de la Audiencia Nacional», se ha lamentado.
Ha opinado que «también el nacionalismo vasco tiene una deuda con las víctimas del terrorismo», después de «años de deliberado abandono hacia las víctimas de ETA, los amenazados y los que tuvieron que abandonar esta tierra, y de compadreo con los mensajeros de los criminales».
Múgica ha pedido finalmente llamar «a las cosas por su nombre» al referirse a los miembros de ETA, a los que ha calificado como «una cuadrilla de matones ensimismados, a los que un Estado acomplejado tardó muchos años en aprender a combatir con eficacia», al tiempo que ha arremetido contra los homenajes que reciben al ser excarcelados.
«Algo que en cualquier rincón de Europa sería inconcebible: fanfarrones recibidos como héroes a su salida de prisión con acompañamiento incluso de niños, educados en el siniestro valor del crimen organizado», ha concluido.
Deja un comentario