(EFE). Ron Perlman, el actor estadounidense de voz cavernosa y físico rotundo que ha sido ‘Hellboy’ o el jorobado de ‘El nombre de la rosa’, ha mostrado una de sus caras más reivindicativas al considerar que «hacen falta más revoluciones porque hay muchas cosas, indignantes y muchas injusticias en este mundo«.
«La única razón para estar aquí es hacer que el mundo sea un poco mejor y que no abusen de los más débiles», asegura Perlman (Nueva York, 1950) que se muestra satisfecho por una trayectoria en la que ha sabido no ser engullido por la vorágine de Hollywood.
Perlman rueda estos días en San Sebastián ‘Ya no quedan junglas adonde regresar’, un filme basado en el libro del mismo título de Carlos Augusto Casas y dirigido por el mexicano Luis Gabriel Beristáin, que afronta su primer largo como realizador tras una extensa carrera como director de fotografía.
En un receso del rodaje de más de seis semanas que comenzó a mediados de abril en la capital guipuzcoana y alrededores, Perlman explica a los medios de comunicación cómo llegó el proyecto, que produce ‘Esto también Pasará’, liderada por el gaditano Álvaro Ariza, y SDB Films.
La venganza por su mano
Perlman encarna a Theo, ‘el Gentleman’, un viejo ex militar americano de existencia solitaria que vuelve a España, donde vive de los recuerdos de su esposa muerta y queda todos los jueves con Olga, una prostituta a la que paga para conversar.
Un día Olga es brutalmente asesinada y Gentleman decide tomarse la venganza por su mano.
«Acepté el papel porque Gabi me ofreció una gran suma de dinero y tenía unas fotos mías comprometedoras», bromea el actor. «Por supuesto esto absolutamente falso», remarca por si hay dudas.
Fue precisamente en uno de sus trabajos con Guillermo del Toro, con el que Perlman inició con ‘Cronos’ una estrecha colaboración, cuando conoció a Beristáin.
«Cuando le llegó a Gabriel el proyecto sobre el libro ‘Ya no quedan junglas adonde regresar’ me fascinó y me trasladó que podría adaptar el personaje», ya que en la novela es un hombre español que vive en la marginación y en el filme un militar estadounidense retirado.
Perlman asegura sentirse encantado con su estancia en España, donde solo había estado en festivales o «de turismo con la Guía Michelin».
«Este es el periodo que más tiempo he permanecido y es la primera vez que estoy por trabajo y en una película con actores locales», señala de sus compañeros de reparto entre los que figuran Megan Montaner, Hovik Keuchkerian, Diego Anido, Unax Ugalde o Daniel Grao, Karra Elejalde, Itziar Ituño y Ruben Ochandiano.
Completan el elenco los mexicanos Marco de la O, conocido por su papel en ‘El chapo’, Damián Alcázar y la cantante dominicana Natti Natasha.
«Estoy fascinado con esta experiencia. Donostia es una revelación para mí, me ha encantado lo fuerte que es la gente y a la vez lo amable», dice Perlman de su primera estancia en el País Vasco.
«Me ha maravillado la arquitectura, la gastronomía y el paisaje», señala el actor, que por el momento la única palabra que ha aprendido del vocabulario en euskera es ‘txakoli’.
El productor Alvaro Ariza explica que decidió cambiar el escenario de la novela de Madrid a San Sebastián porque la calle Montera en la que se desarrolla el libro «ya no existe, era la calle de los años noventa pero no la de ahora».
«Me enamoré de la novela, me enamoré del guion y me estoy enamorando de lo que estoy viendo en el rodaje» asegura el productor.
«Más domador que director»
Luis Gabriel Beristáin, que ha trabajado con Derk Jarman, David Mameg o David Ayer, entre otros, reconoce el «vértigo» que sintió al iniciar su primer proyecto como realizador «siendo consciente del estigma que tienen los fotógrafos cuando se ponen a dirigir porque parece que solo les van a interesar las imágenes».
Beristáin afronta el reto aunque hay actores con los que tiene que «ser más domador que director».
Uno de los objetivos que se ha trazado es dibujar en esta película las diferentes capas de la historia porque no es solo un thriller de revancha tradicional y lineal.
«Ron Perlman tenía que entender que su personaje era completamente frágil y tenía que mostrar ese nivel de debilidad» algo que «le costó», afirma.
Hovik Keuchkerian, que encarna a uno de los ertzainas que investiga el asesinato junto a Megan Montaner, resume «que si el espectador se va del cine con una sonrisita y brinda por lo que ha hecho el protagonista se habrá hecho o una buena película»
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