Por su cabeza pasaron las peripecias de ‘Doctor en Alaska’ y ‘Los Soprano’ a punto de hacerse realidad, y antes de que se convirtiera en guionista de televisión se había fraguado como periodista en la revista Rolling Stone, a la que llegó con 25 años tras trabajar como secretaria de Stan Lee en Marvel. Robin Green merecía, en fin, que la cita donostiarra con las series, Crossover, se adelantara un poco para recibirla a ella este miércoles, antes de que se celebre el festival tal y como está previsto la semana que viene.
El salón de actos del Convento Santa Teresa, lugar de encuentro durante las obras de Koldo Mitxelena Kulturunea, ha albergado esta charla cálida entre Ylenia Benito y la guionista, que presenta estos días sus memorias tituladas ‘La única chica’, un papel que como pionera le ha tocado encarnar en varias ocasiones casi sin darse cuenta, tal y como ha narrado.
«No sentí apenas sexismo en la revista Rolling Stone, solo de forma muy ocasional. Me trataban como a una igual. Tampoco en la televisión. No tuve que luchar para hacerme un hueco», ha contado en Donostia, ciudad que no conocía y que según sus palabras le ha encantado.
Dos hitos premiados
Tanto ‘Doctor en Alaska’ como ‘Los Soprano’ son dos hitos que a Green le supusieron un gran reconocimiento (en principio tres premios Emmy y dos Globos de Oro). Ambas series siguen vivas, tal y como ella sabe. «Doctor en Alaska’ la han programado hace poco.Todavía es actual, se puede ver, es una serie positiva. Sobre todo comparada con Los Soprano y sus muertes», ha comentado entre risas la guionista, también productora, quien en ambos trabajo compartió la tarea con su marido, el también guionista Mitchell Burgess.
«He puesto ‘Doctor en Alaska’ recientemente por una cuestión de ego, he visto el capítulo del embarazo de Shelly y me encantó. Viéndola siento que escribió la serie otra persona, mi ‘yo’ joven», ha narrado Green, quien considera que los alces, la música e incluso los títulos de crédito lograron un cocktail contracultural muy interesante.
En todo caso, y pese a la grata experiencia que supuso, incide en que no se rió tanto como ‘fabricando’ día a día los capítulos de ‘Los Soprano’ «en unas jornadas larguísimas» y tras haber recibido la llamada del creador de la serie, David Chase, con quien ya había trabajado en ‘Doctor en Alaska’. Un David Chase que, tal y como la llamó, la despediría después para la sexta temporada.
«Dimos con un gusto universal. No conozco a muchos a los que nos les gustara ‘Los Soprano», cuenta Green con satisfacción.
La guionista ha explicado que HBO financió la serie en el último momento. «Todo el primer año rodamos sin que se estuviera proyectando. No importaba. Lo pasábamos tan bien… estábamos todos comprometidos… Era como la vida del circo. Después tuvimos mucho éxito y la cosa se puso seria porque había presión. Una presión maravillosa».
Justo antes del estreno de ‘Los Soprano’ tuvo lugar la conocida como masacre de Columbine y los responsables contemplaron la posibilidad de que el público no quisiera ver más sangre en la pantalla. «Pero la serie fue bien aceptada. Nunca sabes cómo va a ir», ha opinado la guionista.
El guionista, «el rey»
Para ‘Los Soprano’ Green trabajó incluso en el casting de los actores («me encantó hacerlo») y recuerda que los guionistas «dirigían» a los directores («algo que se hace en televisión pero no en el cine. De hecho después hice una película y no me gustó porque la directora no dejaba que la dirigieran. Pero en televisión el guionista es el rey«).
A partir de su despido en la sexta temporada, Green considera que ‘Los Soprano’ cambió y se convirtió en una serie sobre la mafia. Ya no era versaba sobre el protagonista y su posibilidad de redimirse. «Se quedaron solo hombres en el equipo y aquello terminó siendo muy violento», ha comentado entre risas, pero con sinceridad. «Faltaba el humor en el guion».
Años después Green y su marido recibieron la llamada de David Chase. No fue estrictamente para disculparse por haber terminado mal la relación con ellos, pero así lo interpretaron, si bien el marido de Green consideró que «no había que presumir».
Green también ha hablado de su relación con unos personajes televisivos que han pasado a la posteridad. Que han formado parte de la vida de los espectadores y conservan un lugar en su corazón logrado a pulso gracias a los guionistas. «En las series tienes la oportunidad de profundizar. De ver evolucionar los personajes como ocurría en Doctor en Alaska», ha dicho Green, satisfecha y consciente de formar parte de una generación que revolucionó la televisión.
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