(EFE). Una mujer, que pedía 12 años de cárcel para un hombre al que acusaba de haberla agredido sexualmente en Oiartzun, ha retirado su acusación contra este varón, quien ha resultado absuelto tras archivarse el asunto, dado que la Fiscalía no había presentado acusación en su contra porque no consideraba acreditada la comisión de ningún delito.
Estaba previsto que el juicio por estos hechos tuviera lugar hoy lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, si bien la vista no ha llegado a celebrarse después de que pocos días antes la víctima desistiera de acusar al hombre, han informado a EFE fuentes del caso.
Al no ser acusado tampoco por el Ministerio Público, que entendía que no se había producido «delito alguno», el hombre, quien en todo momento ha negado haber agredido sexualmente a la mujer y ha mantenido su inocencia, ha quedado absuelto.
Los hechos se remontan a octubre de 2017, cuando el procesado acudió a un caserío de Oiartzun en cuya segunda planta residía la víctima, a la que accedió después de que el vecino de debajo le permitiera entrar dado, según la Fiscalía, sabía que ambos, de origen magrebí, «eran amigos».
El Ministerio Público sostiene que tras permanecer «unos minutos» en el lugar el hombre «bajó y se marchó», sin que haya quedado acreditada «la concurrencia de delito alguno».
Por el contrario, la mujer explicó en su escrito de acusación que el varón le pidió mantener relaciones sexuales pero ella le manifestó que «no quería nada con él» y le suplicó «de rodillas» que no le hiciera «nada, a pesar de lo cual la habría violado.
La víctima detalló que no dio su consentimiento «en ningún momento» y que no utilizó la fuerza para «deshacerse de él» porque temía que la pudiera «agredir» e incluso «matar», dado que el hombre «sufría alguna enfermedad mental» lo que «hacía menos previsible» su posible respuesta.
Ante el estado de «shock» en el que quedó después, la perjudicada no le dijo al vecino de abajo lo ocurrido porque «no tenía fuerzas para relatarlo» y prefería «mantenerlo en secreto por miedo a que se repitiese o posibles represalias».
Dos o tres semanas después, sí lo contó a una amiga porque «temía que haberse quedado embarazada», pero no acudió a denunciarlo ante la Ertzaintza hasta que, pasado un tiempo, se encontró su piso «totalmente desvalijado» y pensó que el presunto autor podía ser el acusado quien, a su entender, habría actuado así «por todo lo ocurrido».
A pesar de sostener esta versión ante la Policía y en otras dos oportunidades en los juzgados, a pocas fechas de la celebración del juicio previsto para este lunes, la víctima decidió desistir de su acusación y, tras archivarse la causa, el hombre ha quedado absuelto.
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