«Amara Berri es un barrio que tendrá unos 65 años, no ha tenido reformas y se ha quedado obsoleto». Así de claro se ha expresado esta mañana en el Ayuntamiento Iñaki Olasagasti, presidente de la Asociación de Vecinos de Amara Berri, que ha acompañado al teniente alcalde Ernesto Gasco y a la concejala Duñike Agirrezabalaga en el anuncio de que se va a poner en marcha un plan participativo para rediseñar el barrio. Un barrio cuyo comercio y hostelería no pasan por el mejor momento («las aperturas de Illunbe y la ampliación de Garbera les van a afectar») y que ronda los 35.000 habitantes, ya que es el barrio más poblado de la ciudad. La apertura de las plazas hasta conseguir que sean lugar de encuentro o el traslado de la casa de cultura Ernest Lluch a la subdelegación de Gobierno son temas de los que se ha hablado largamente y que quizá encuentren un espaldarazo con esta excusa.
El plan ha sido encargado a la empresa Paisaje Transversal por un importe de 18.000 euros, según ha indicado la concejala de Barrios, Duñike Agirrezabalaga, y para su elaboración contará con los residentes en Amara Berri, entidades socio-culturales, asociaciones de vecinos, colegios públicos del barrio y los agentes económicos (Super Amara, Arcco, Federación Mercantil, DendaSS, Shopss San Sebastián).
La elaboración del plan se prolongará por espacio de doce semanas durante las cuales se analizará la situación actual del barrio y los déficits, se identificarán las necesidades y deseos del vecindario y se definirán la estrategia y las actuaciones que se van a desarrollar.
Durante el proceso se harán encuestas en puntos fijos que estarán situados en la Avenida de Madrid, Isabel II y José María Salaberria, pero también un punto itinerante que recorrerá el barrio recogiendo la opinión de los vecinos. Y se harán entrevistas con agentes estratégicos y talleres participativos.
En la última fase se definirán las estrategias para mejorar el barrio que se debatirán con técnicos y responsables municipales.
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