La ‘XVIª Caravana Vasca con el Sáhara: Alimenta una esperanza’ hace un llamamiento a la población de Euskadi para que colabore de nuevo con el pueblo saharaui y participe en una recogida de alimentos, dada la situación de emergencia alimentaria y humanitaria que persiste en los campamentos de refugiados en Tindouf (Argelia). La coordinadora de la Asociación de Amigos del pueblo saharaui, Maite Berzosa, reconoció para DonostiTik que han disminuido las aportaciones en comparación con el año pasado.
Este sábado 18 de enero en los barrios Gros y Egia de Donostia los ciudadanos podrán colaborar con la causa en los supermercados Eroski. Además, también habrá puntos de recogida de alimentos durante este mes en los centros escolares públicos y privados. «Tenemos muy buena respuesta sobre todo por parte de los centros públicos, casi todos con los que contactamos colaboran con nosotros», explicó la coordinadora.
Necesitan especialmente arroz, pasta, atún y sardinas en aceite, azúcar, legumbres y compresas. «Hay gente que nos da dinero en vez de alimentos, y con ese dinero en los últimos años hemos comprado azúcar, ya que es el alimento que menos recibimos» contaba Berzosa. «Los habitantes del pueblo tienen la costumbre de tomar té y lo endulzan con el azúcar que les enviamos».
La salida de la caravana esta fijada el 29 de febrero a las 12 horas. La salida desde Donostia es posible gracias a la colaboración de DBus, que habilita sus garajes para que la caravana vasca pueda usarlos como su campamento base y pueda juntar y organizar ahí lo recaudado en todo Euskadi.
Los camiones con las recogidas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se juntarán en la Zurriola con el permiso del Ayuntamiento, donde se enseñará todo lo recaudado y se bailará un Agurra para despedir a los transportes que embarcarán en el puerto de Alicante con destino final en los campamentos de población refugiada saharaui.
Una vez allí la Media Luna Roja Saharaui recogerá en sus almacenes los alimentos y se encargará de repartirlos en el campamento.
Maite Berzosa recordó que, pese a lo que ayudan estas campañas en favor de la población, el problema tiene un origen político difícil de resolver.
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