(EFE). La Audiencia de Gipuzkoa ha rechazado la petición de una familia para que la ikastola en la que estudiaban sus dos hijas restituya en el comedor escolar el menú vegano que había retirado tras distintos intentos del centro escolar por facilitar este servicio a las demandantes.
En una sentencia a la que ha tenido acceso EFE, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial confirma una resolución previa del Juzgado de Primera Instancia número 7 de San Sebastián que desestimó íntegramente la demanda presentada contra una ikastola de Oiartzun por la familia de las niñas, de 12 y 8 años de edad.
La familia consideraba que la retirada de este menú atentó contra el derecho de las menores «a la libre elección a una alimentación vegana en atención a su legítimo derecho de libertad ideológica y convicción» por lo que pidió que se restituyera este servicio y que se declarara a la ikastola culpable del acoso escolar que, a su entender, habría sufrido una de las niñas por estos hechos.
No obstante, la Audiencia rechaza ahora todos sus argumentos dado que la suspensión de la oferta vegana «no fue una decisión arbitraria o caprichosa» de la ikastola que, después de constatar en 2021 la «imposibilidad sobrevenida» de ofrecer mediante catering un menú de estas características, planteó a la familia la posibilidad de hacerlo en el propio comedor, sustituyendo los alimentos de origen animal por otros de origen no animal.
Propuesta rechazada
Una propuesta que, tras unos meses de funcionamiento «a satisfacción de los progenitores», fue rechazada finalmente por la familia que pensaba que con la nueva fórmula «no quedaban suficientemente cubiertas las necesidades nutricionales de las menores».
De esta manera, después de haberse esforzado desde el curso 2016-17 por ofrecer «un menú vegano acorde con las convicciones de las menores», el centro decidió suprimir provisionalmente este servicio a partir del 25 de abril de 2022.
Aún así, permitió a las niñas que trajeran la comida preparada desde casa para calentársela en la cocina y comerla en el comedor, algo que también fue rechazado por la familia, ante lo que finalmente la ikastola decidió mantener «la supresión provisional de la oferta vegana».
En este contexto, la Audiencia de Gipuzkoa afirma ahora que «no nos encontramos ante un contrato o convención de ningún tipo» que permita reclamar el servicio demandado, sino ante la decisión de una ikastola, conformada como una cooperativa, de intentar dar respuesta a la petición de una familia cooperativista.
Asimismo, entiende que no se le puede imputar al centro «un comportamiento de dejación, negligente o intencionadamente contrario a la opción elegida por la parte demandante» porque, pese a «no estar obligado legalmente a presentar un menú vegano, no rehuyó la cuestión» y se mostró «colaborador y comprensivo» con la petición de la familia.
No es una actividad educativa
Precisa además que el servicio de comedor en un centro escolar «no es una actividad educativa» por lo que no existe infracción alguna del derecho fundamental a la educación, sin ser de aplicación además la orden autonómica que regula los comedores escolares en los centros públicos, ya que en este caso se trata de uno privado.
La conclusión que se obtiene de todo ello, añade la sentencia, es que el servicio de comedor escolar es algo complementario, al igual que el transporte, y «una facilidad prestada en el centro escolar a consecuencia de los cambios sociales, culturales y laborales en la sociedad» que «no se puede vincular con la actividad educativa».
Igualmente, el escrito judicial rechaza la existencia de acoso escolar en este caso contra una de las hermanas demandantes del menú vegano, sino únicamente de algunas «expresiones desafortunadas e inadecuadas» que generaron en ella «obvio malestar y desagrado», pero sin reunir la caracterización de ‘bullying’ porque no tuvieron «la continuidad en el tiempo que requiere esta figura».
La madre de las dos niñas afectadas no ha descartado en declaraciones a EFE la posibilidad de recurrir esta resolución ante el Tribunal Supremo a través de la asociación Familias Unidas por un Menú Vegano (Feumve) que preside, en cuya página en internet existe la posibilidad de realizar aportaciones económicas con este fin.
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