Estaba la afición tan ilusionada y el equipo se mostró tan potente en un inicio que parecía que el nuevo Anoeta iba a empezar con una gesta ante el Barcelona y Aritz marcó en el minuto 12 un gol que supo a historia, a revancha y a inauguración. También a homenaje a Agirretxe.
Pero aunque el equipo estuvo por encima durante la mayoría del encuentro perdonó ocasiones claras ante el contrario y no fue a más. Y eso fue su perdición.
Suárez en el 63 y sólo tres minutos después, en el 66, Dembele, estrellaron el sueño txuri urdin que transcurrió en un estreno de Anoeta emocionante para los presentes, con recuerdos para Aitor Zabaleta y para todos los que apoyaron a la Real hasta auparla donde está. Lástima que no se pudo poner la guinda.
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