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Música

Quincena Musical: Tercera actuación de Euskadiko Orkestra, ahora con Asier Polo y Juanjo Mena

El programa lo componen la Sinfonía nº 7 de Beethoven y dos obras del que fuera su maestro, Joseph Haydn: la Sinfonía nº 44 y el Concierto para violonchelo nº 1

Juanjo Mena. Foto: Quincena Musical

Euskadiko Orkestra ofrecerá mañana la última de sus tres actuaciones en esta Quincena Musical. Una edición que ha apostado por los artistas locales y en la que la orquesta vasca, socia fiel del festival desde 1982, ha tenido un
protagonismo destacado.

El pasado día 8 la orquesta protagonizó un magnífico concierto con obras de Beethoven junto al director ruso Semyon Bychkov, y una semana más tarde, el 15 de agosto, acompañó al tenor donostiarra Xabier Anduaga en un recital de ópera y zarzuela que el público acogió con entusiasmo.

Para su tercera actuación en el festival, la Euskadiko Orkestra estará acompañada por dos de los músicos vascos de mayor provección internacional, el director vitoriano Juanjo Mena y el violonchelista bilbaíno Asier Polo, para abordar un programa compuesto por obras de Haydn y Beethoven. Esta nueva cita sinfónica tendrá lugar en el Auditorio Kursaal y dará comienzo a las 20:00h.

Desde su última actuación en Quincena, Asier Polo ha recibido el más alto reconocimiento que otorga el Ministerio de Cultura de España, el Premio Nacional de Música, en reconocimiento a su “excelencia artística como intérprete”. Considerado por la crítica especializada como uno de los violonchelistas más destacados de su generación, Polo ha colaborado como solista con algunas de las orquestas más importantes del panorama internacional bajo la dirección de importantes batutas como John Axelrod, Pinchas Steinberg o Christian Badea, entre otros, y ha compartido escenario con artistas como Silvia Marcovici, Nicolás Chumachenco, Sol Gabetta, Maxim Rysanov, Isabelle van Keulen, Josep Colom, Eldar Nebolsin, Gérard Caussé, Cuarteto Janácek, Cuarteto Casals o el tenor Alfredo Kraus, quien le invitó
en los últimos años de su carrera a colaborar como solista en sus recitales.

De Juanjo Mena se puede decir ya que es el director de orquesta con mayor proyección internacional que ha tenido la vida musical vasca. Su gran crecimiento lo realizó junto a la Orquesta Sinfónica de Bilbao, que dirigió desde 1998 a 2008 en una larga relación que permitió a orquesta y director alcanzar nuevas cotas en su desarrollo artístico. Pero Mena decidió luego volar lejos: en 2007 al Teatro Carlo Fenice de Génova y a la Filarmónica de Bergen, de los que fue principal director invitado; y, en 2010, a la Filarmónica de la BBC de Mánchester, cuya titularidad ha ejercido hasta 2018. Sus compromisos internacionales en la actualidad son del más alto nivel, y en la última temporada tenía compromisos con la Sinfónica de Lucerna, las orquestas de Chicago y Detroit o la Orquesta Nacional de España.

La relación de Mena con la Quincena Musical se remonta a 1989, año en el que actuó como clarinetista en el Ciclo de Jóvenes Intérpretes. Después vinieron otras visitas al frente de la Bilbao Orkestra, hasta llegar a los mencionados conciertos junto a la BBC Phlharmonic en agosto de 2017, y la integral de los conciertos para piano de Beethoven que Mena abordó junto a Javier Perianes y la Orquesta Filarmónica de Londres como clausura de la edición de 2019.

El programa se enmarca una vez más en las celebraciones del 250 aniversario del nacimiento de Beethoven, con su Sinfonía nº 7 en la mayor como plato principal de la velada. Se trata de una de las sinfonía más populares de su ciclo de nueve, quizá porque la fuerza impulsora de la Séptima es su obsesiva utilización del ritmo, una característica que llevó a Wagner a realizar el famoso comentario de que la obra representa la «apoteosis de la danza». Compuesta entre 1811 y 1812, la Sinfonía nº 7 tuvo su primera interpretación bajo la dirección del propio Beethoven en 1813, en un concierto benéfico en Viena para los soldados heridos en la Batalla de Hanau. En la orquesta que la estrenó participaron algunos de los mejores músicos de la época, entre ellos Spohr, Hummel y Meyerbeer.

Antes de la obra maestra beethoveniana se podrán escuchar dos creaciones de Joseph Haydn, que fue maestro de Beethoven y le influenció enormemente en aspectos como el tratamiento del material melódico, aunque Beethoven intentara renegar de ese influjo en su madurez. De Haydn se interpretará en primer lugar su Sinfonía nº 44 en mi menor, finalizada en 1772 y perteneciente a su periodo Sturm und Drang (Tomenta e ímpetu), en el que compositor, inspirado por el movimiento literario del mismo nombre, escribió una serie de sinfonías que ponían la emoción y la subjetividad por encima de la racionalidad clásica. La Sinfonía nº 44, titulada Trauer (Luto), hace gala ante la muerte de un sentimiento más cercano al enfado o la pérdida que a la resignación, a tenor de sus numerosos cambios de carácter
musical y bruscas modulaciones armónicas. Aunque no se trata de una marcha fúnebre propiamente dicha, Haydn pidió que el movimiento lento de esta sinfonía se tocara en su funeral.

Tras la sinfonía, llegará el que es probablemente el concierto para violonchelo más famoso del Clasicismo, el Concierto para violonchelo nº1 en do mayor, que Haydn compuso en torno a 1765 para el virtuoso violonchelista de la orquesta del príncipe Nicolaus Esterházy, para el que el compositor estuvo trabajando durante tres décadas. En comparación con la sinfonía anterior, se trata de una obra más ligera y elegante, con una clara influencia de la música Barroca, especialmente del género concerto grosso, y con una escritura para el violonchelo de gran habilidad e idiomatismo.


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