«Obreros que entran y salen todos los días», «montaje de encofrados gigantes para apoyar una grúa», «un carril de los coches cortado en determinados momentos». La imagen del Bellas Artes no es la de un edificio donde las obras están suspendidas tal y como advierten los vecinos y denuncia Áncora. De hecho según la asociación patrimonialista en los próximos días se reunirán en el juzgado representantes del Ayuntamiento y de la empresa SADE para explicar qué está ocurriendo.
«Se están saltando el auto judicial«, resume Alberto Fernández D’Arlas para DonostiTik, haciendo un repaso de lo vivido en las últimas semanas. «Hubo un primer auto judicial ordenando la suspensión cautelar de las obras y ese auto no se ha levantado todavía, si bien es verdad que no hemos reunido la fianza requerida. Después interpuso otro recurso la asociación Ondare«.
El recurso de esta segunda asociación (que por cierto nació a cuenta de otro edificio con trayectoria similar a la del Bellas Artes, el de Miracruz 19), recayó en el mismo juzgado que llevó el recurso de Áncora, el Nº 3 de lo contencioso administrativo, y en el mismo magistrado. Y el magistrado actuó de igual forma: con un nuevo auto de suspensión cautelar de las obras y una fianza.
Al constatar que hay actividad en el edificio Áncora llamó a la Guardia municipal y a la Ertzaintza, que no actuaron, y entonces la asociación acudió al juzgado. «Por ello en las últimas horas el juez ha ordenado que en cinco días comparezcan la empresa SADE y el Ayuntamiento«, añadió el responsable de Áncora, convencido de que la empresa alegará que se trata solo de «trabajos previos». «Pero en todo esos trabajos serían ilegales porque la licencia de obra está suspendida».
«Simplemente se están saltando el auto judicial y no han parado nunca de trabajar en el interior del edificio«, remata Alberto Fernández D’Arlás. La empresa no se ha pronunciado al respecto.
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