Aitor Ventureira

Un sobrecogedor diente pétreo se eleva directamente hacia el cielo, sobresaliendo entre los bosques de encina que se acurrucan a sus pies. Algo en él,… Leer más »Santuario prehistórico de San Quiriaco. A la vera del totem

El caminante marchaba pausadamente por la sucesión de bellas y dulces praderas de altura que aquella mágica sierra le regalaba. Marchaba, disfrutando de cada paso… Leer más »Unako Potzua. El mágico lago de la montaña

Una delicada lluvia de hojas teñidas de mil tonos de ocres, rojos, naranjas o amarillos, caía dulcemente, acariciando al caminante. Esa era una de las… Leer más »Belabarze. El bosque primigenio

El viejo camino empedrado, parecía querer escapar de la caótica vorágine que se agolpaba en el valle. Sus gastadas piedras, custodiadas por robles, hayas, espinos… Leer más »Casa Torre de Muntsaratz. Al arrullo de la diosa

Hay veces en que las piedras nos hablan. En que nos susurran, quedamente, sus telúricos secretos, hechos de magia y de belleza. Viejas piedras agazapadas… Leer más »Crómlechs de Egiar y Estela de Andrearriaga. El eco de las viejas piedras

Nuestros viejos senderos están cargados de leyendas, de cuentos, del poso que dejaron caminantes que, durante milenios, han grabado su impronta en los antiguos pasos… Leer más »Albi. Parajes neolíticos

Como ya sabréis, queridos lectores, la sierra de Aralar, es para este humilde vagabundo de hojarascas, un lugar profundamente íntimo, especial. No oculto, ni lo… Leer más »Sastarri. De bosques, carboneros, mitos y belleza

Unas deliciosas praderas de altura, tapizadas de verde inmaculado, se acurrucan bajo una de las montañas mágicas de la vieja tierra de los vascos. Un… Leer más »Arimegorta, el sel de las ánimas