Con goles de Zurutuza en el minuto 37 y de Oyarzabal en el 47 puede darse por satisfecha la Real Sociedad del partido jugado en Anoeta ante el Celta de Vigo, que temió aún que la derrota fuera más dolorosa por varios intentos txuri urdin que no fructificaron. De hecho Theo Hernández estuvo muy cerca de agrandar la distancia y casi al final lo intentaba de nuevo Willian José aunque ambos sin éxito.
No fue bueno el estreno para Miguel Cardoso en el banquillo céltico, y eso que Maxi Gómez metió un gol a quince minutos del final y dio aire a un partido que ya parecía definido. También supuso el inicio del sufrimiento para los txuri urdin, que vivieron el final del encuentro con miedo.
Pese a unos últimos minutos un tanto histéricos con un 2-1 se quedó el marcador, resultado que los txuri urdin ansiaban. Ya era hora porque el nuevo estadio se le resistía y su público quería verlos ganar.
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