Las entidades naturalistas y sociales Parkea Bizirik ‘Kukulunbera’, Bizilagunekin y Naturkon (la entidad que reúne a 14 asociaciones naturalistas de toda Gipuzkoa) han pedido al Ayuntamiento de Donostia la suspensión cautelar de las obras en la Isla Santa Clara hasta al 31 de julio de 2020. En esa fecha «prácticamente la casi la totalidad de los pollos ya serán volanderos», dicen las entidades, alegando la necesidad de garantizar el período reproductor de las aves marinas protegidas por la ley.
En su escrito las entidades ambientalistas recuerdan que en la isla este período reproductor comienza a finales de marzo y se extiende hasta los meses de julio y agosto y que es requisito imprescindible favorecer unas condiciones de tranquilidad para el correcto desarrollo del ciclo reproductor de las aves marinas protegidas de la isla (cortejo, construcción del nido, incubación y alimentación de las crías).
También afirman que una gran cantidad de nidos de las aves marinas que nidifican en la isla se encuentran esparcidos por la pradera superior, próxima al faro, y que parte de las áreas de nidificación han sido invadidas por material y actividad de obra.
«Incluso, contraviniendo la normativa, se han encendido fogatas para quemar residuos de obra provocando llamadas de alarma ciudadana al 092 y 112 al observar columnas de humo justo en la pradera de nidificación», añaden las entidades en su escrito.
Además consideran que la maquinaria de obra (grúas, buldócer, retroexcavadoras, carretillas, golpes, ruidos, movimientos) rompen absolutamente la paz y las condiciones necesarias para el buen de desarrollo del esfuerzo reproductor de las aves en la isla, conduciéndolas a un fracaso seguro y de envergadura.
Parkea Bizirik ‘Kukulunbera’, Bizilagunekin Plataforma y Naturkon recuerdan que en la isla nidifica una colonia muy significativa de gaviota patiamarilla (Larus michahellis) y que especies muy escasas como el gavión atlántico (Larus marinus) han intentado reproducirse recientemente en el enclave protegido y es posible que lo vuelva a intentar en 2020, mientras otras como la gaviota sombría (Larus fuscus) también son avistadas periódicamente en la isla gozando todas ellas de diferentes rangos de conservación. «Y otras especies como el cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) utilizan diariamente el enclave para descansar y guarecerse de los embates del mar durante todo el año», añaden.
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