(EFE). La Fiscalía de Gipuzkoa ha reclamado este lunes una pena de cuatro años de cárcel para un hombre al que acusa de ofrecer dinero a una niña de once años «a cambio de un beso, de un abrazo o de sexo» y de pedirle que si algún día necesitaba dinero acudiese a él porque él «se lo daría».
El Ministerio Público ha formulado esta petición durante el juicio por estos hechos celebrado esta mañana en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, donde ha responsabilizado al acusado, de nacionalidad boliviana, de un delito de corrupción de menores, por el que además de la citada pena de prisión ha pedido que no pueda comunicarse con su víctima ni aproximarse a ella durante siete años.
Asimismo la fiscal ha demandado que, una vez excarcelado, el procesado, quien ha mantenido su inocencia durante la vista, permanezca en situación de libertad vigilada durante otros siete años.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, los hechos habrían ocurrido sobre las 13.45 horas del 18 de agosto de 2019, cuando el inculpado se encontraba en la panadería de San Sebastián en la que trabaja y la menor se aproximó al local para preguntar la hora.
El procesado se la dijo y le preguntó si estaba esperando a alguien. Cuando la niña le dijo que sí, la invitó a esperar en el interior del establecimiento, donde entabló una conversación y, con ánimo libidinoso, le preguntó su edad, si tenía novio, si tenía dinero y si su madre también lo tenía.
Cuando la pequeña le dijo su edad, el hombre le contestó que «parecía que tenía más años», tras lo que presuntamente comenzó a hacerle más cuestiones «de contenido sexual».
Seguidamente, el inculpado presuntamente le explicó que, «a veces», chicas que «tienen novio» habían acudido a él «cuando necesitaban dinero y él se lo daba», tras lo que supuestamente le ofreció dinero a cambio de «un beso, de un abrazo o de sexo», pero le instó a «mantener en secreto» la conversación sin contársela a «nadie» porque «podía ser malinterpretada».
Durante el juicio el inculpado ha negado haber ofrecido dinero a la niña a cambio de sexo y ha recalcado que nunca antes ha tenido problemas de este tipo ni en España ni en su país de origen.
En otro momento de la vista, se ha proyectado en la sala la declaración «preconstituida» de la pequeña, grabada en la fase de instrucción, si bien esta prueba se ha practicado a puerta cerrada.
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