«Los jardines de Donostia, que antaño lucían resplandecientes y eran referente nacional, cada año se ven más deteriorados. Basta con contemplar las pérgolas de Alderdi Eder, cuya finalidad es sostener plantas que procuren sombra, para percatarse de la falta absoluta de atención e interés por las zonas verdes de la ciudad», denuncia Ra G. Abad. Para escribir y enviar imágenes al Fotomatón: [email protected].
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