Medio millar de personas participa en la primera edición del Congreso Adinberri, que ha arrancado hoy en Tabakalera. “Queremos que Gipuzkoa sea un referente internacional en el campo del envejecimiento poblacional”, ha afirmado el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano. Están representadas todas las principales asociaciones, empresas, centros tecnológicos y de conocimiento y administraciones públicas con relación con el ámbito del envejecimiento.
Hoy, entre otros, ha tomado la palabra el demógrafo, sociólogo e investigador Julio Pérez Díaz, quien ha ofrecido su visión sobre la situación demográfica actual y futura, así como sobre los desafíos y oportunidades existentes. La mañana se ha cerrado con un coloquio entre personas mayores de 55 años relevantes en su campo y una serie de ponencias sobre las principales tendencias en los ámbitos de oportunidad relativos a este tema.
Julio Pérez Díaz, ha comenzado su intervención aplaudiendo la iniciativa Adinberri, que “va en la dirección adecuada”. El experto ha puesto el foco en que se ha dado “un vuelco muy radical en muy poco tiempo” a la duración de la vida, lo que ha generado reacciones diversas. Así, ha calificado de “poco afortunada” la expresión de envejecimiento demográfico, ya que “las sociedades no envejecen, sino que envejecen las personas”. En este sentido ha llamado a desechar visiones catastrofistas sobre las consecuencias del envejecimiento porque “son las mismas milongas que se escuchan desde hace un siglo”.
Además Pérez Díaz ha negado que sea un fenómeno focalizado solo en Occidente: “Asia y el resto del mundo están siguiendo el mismo comportamiento de Europa: sube la esperanza de vida y baja la fecundidad”. El experto ha explicado que, en las últimas décadas, la atención y los cuidados de la salud han mejorado mucho, por lo que “las nuevas generaciones de mayores han cambiado tanto que nos hace dudar de todo lo que sabíamos sobre esta etapa de la vida”.
“Conseguimos evitar la mortalidad precoz y pensamos que habíamos tocado techo con una esperanza de vida de 60 años, pero resulta que también estamos mejorando en el campo de la vejez”, ha dicho. Y ha remarcado que los datos muestran que “se sigue mejorando”, por lo que se sigue incrementando la esperanza de vida. Por último ha puesto el foco en las consecuencias sociales que está trayendo consigo esta auténtica “revolución” que, por ejemplo, está rompiendo los roles de género y dando cada vez más protagonismo a las personas mayores, ya que “la sociedad entera depende cada vez más” de este colectivo.
Diálogos +55
Mari Carmen Garmendia ha calificado de “inadecuadas” las acepciones ligadas a la jubilación, ya que “no responden a la realidad actual del colectivo. Ignacio Ayerdi, por su parte, ha explicado que la división clásica de la vida entre aprendizaje, producción y jubilación ha quedado obsoleta, ya que las fronteras son ahora mucho más difusas: “Las personas jóvenes de hoy en día vivirán 100 años, y la forma en la que vivirán será completamente distinta a la nuestra”.
Koldo Aulestia, por su parte, ha afirmado que el envejecimiento activo es aplicable solo a “la gente que está medianamente bien”, y no se plantea extender este concepto al colectivo que “tiene dificultades”. “Tenemos una sociedad cada vez más envejecida, y el resto es influir actividad incluso a la gente que está encamada. Mi sueño es que Adinberri sea capaz de tener en cuenta a esa gente que hoy no es escuchada”, ha dicho.
Para Teresa del Valle, mientras tanto, la soledad es uno de los grandes problemas que tienen que afrontar los nuevos mayores: “Las nuevas propuestas como Adinberri tienen que ir en esta línea, ya que el no hacerlo sería el mayor pecado que podríamos cometer como sociedad”. Por último Luis Goenaga ha subrayado que investigar, innovar y apostar por las nuevas tecnologías es de gran importancia para mejorar las condiciones de vida de las personas mayores, lo que también redunda en generación de actividad económica.
Las cifras de Adinberri
En 2017 el 35% de población de Gipuzkoa tenía más de 55 años mientras que, en 2031, el porcentaje ascenderá al 46,5%. “El impacto de este cambio demográfico será enorme”, ha remarcado Olano, poniendo como ejemplo el incremento que se espera en el número de personas con grado de dependencia: en 2018 son 29.000, mientras que dentro de 13 años, en 2031, serán 39.000.
La estrategia foral pretende mejorar la salud y calidad de la vida de la ciudadanía para conseguir un sistema sociosanitario excelente y sostenible, y para impulsar y mejorar la competitividad de la industria del sector. “La economía plateada representa el 29% del PIB de la Unión Europea que, extrapolado a Gipuzkoa, significaría nada más y nada menos que 100.000 puestos de trabajo”, ha expresado el diputado general Markel Olano. Sobre estas bases Adinberri la conforman seis elementos principales: el centro de atención en Pasaia, el polo tecnológico y de investigación aplicada, la agenda estratégica de innovación, el ecosistema sociosanitario, la convocatoria de ayudas a proyectos de innovación y la fundación.
La directora del proyecto, Rakel San Sebastián, contará con un equipo de trabajo reducido, y entre sus tareas principales estarán las de vertebrar el ecosistema relativo al envejecimiento y hacer de la confluencia virtud, al tiempo que se apuesta por la innovación y la experimentación activa. “Trabajamos con una visión doble: la social, para mejorar la atención tanto en residencias como en casas; y la económica, a través de la unidad de innovación”, ha señalado.
En lo que respecta al centro de referencia de Pasaia, el proyecto tendrá “a las personas como eje”, y el objetivo será “que los usuarios de la infraestructura se sientan como en casa”.
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