Después de una espléndida acogida en Sitges, ‘Irati’ abrirá mañana la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. La segunda obra del realizador Paul Urkijo, después de ‘Errementari’, es un canto a la tierra vasca y a la mitología (ambas siempre de la mano en Euskal Herria), a las aventuras y al cine que el realizador mamó en los años 80 y 90, donde vuelve a encontrar su gran inspiración. También es un canto a no dejarse amedrentar y a defender el anhelo artístico hasta el final. «Es complicado convencer a la gente de que se puede levantar un película como Irati«, ha dicho hoy en Donostia Paul Urkijo. Pero él lo ha hecho. Y a lo grande.
Le han acompañado en esta aventura el actor Eneko Sagardoy, el diablo de Errementari, y Edurne Azkarate, que se convierte en Irati, la protagonista del filme, la mujer que acompaña a Eneko en su afán por recuperar el reino de su abuelo y lo hace más allá de las armas, desde la dualidad de mujer y mito y en un mundo en que confluyen religión y creencias paganas.
Todos, tanto el director Manu Paino como el propio Urkijo, reconocen que el trabajo ha sido largo y arduo. «Es una película grande y eso complica las cosas financieramente, además está en euskera y pertenece a un género minoritario», ha concretado el director, poniendo por delante que especialmente enrevesada ha sido la elaboración del guion «con su mezcla de elementos históricos y mitológicos».
También dice Urkijo, y es fácil creerle, que ha trabajado «desde las tripas» y que es consciente de la influencia que pueden haber tenido en esta obra películas como ‘La princesa Mononoke’ o ‘Legend. «Esos títulos de los 80 que cogíamos en el videoclub».
En el actor Eneko Sagardoy pensó desde el principio para el papel de protagonista y el de Irati, que era esencial, lo tuvo claro tras las pruebas de Azkarate, «que llegó con un euskera antiguo e hizo algo precioso», y cuando se constató que había química entre ambos actores.
Tras ‘Errementari’ e ‘Irati’ este joven director quiere tomarse las cosas con calma y ver qué ocurre, pero no esconde que aspira a seguir sacando oro del género fantástico, su gusto por las aventuras ochenteras y su arraigo a la tierra vasca.
Con estos mimbres Urkijo es un fenómeno y el resultado se convierte en una película estupenda en que no hay elemento olvidado al azar.
Las entradas para la inauguración de la Semana de Cine Fantástico y de Terror, como es de esperar, volaron. Pero habrá tiempo de disfrutar de esta película a partir de febrero en los cines.
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