(EFE). El presunto asesino de María Pilar Berrio, la vitoriana muerta a puñaladas en la localidad navarra de Murchante, ha pasado a primera hora de hoy a disposición del juzgado de guardia de San Sebastián, donde fue arrestado el jueves. Este hombre, de 41 años y excuñado de la víctima, fue detenido por la Ertzaintza en una peluquería del barrio donostiarra de Gros después de una huida de más de 30 horas, desde que presuntamente acuchillara a María Pilar Berrio en un coche, ante sus hijos menores, el miércoles en Murchante.
La Policía vasca no ha agotado las 72 horas de detención previstas en la ley y lo ha conducido a los juzgados de Atotxa, donde el arrestado deberá responder por los delitos presuntamente cometidos en Gipuzkoa, entre ellos el robo de dos coches.
Con uno de estos coches robados, un Peugeot 206, embistió el miércoles el vehículo en el que viajaba María Pilar Berrio, a la que posteriormente el acusado presuntamente acuchilló en presencia de sus hijos de 9 y 5 años.
Este vehículo fue localizado el jueves por la mañana en la localidad guipuzcoana de Legazpi, donde el presunto homicida tiene algunos allegados, mientras que se le acusa también de robar otro vehículo en San Sebastián, en este caso un Seat León azul perteneciente al parque móvil del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco.
La detención
Un ertzaina fuera de servicio siguió al presunto asesino de una mujer después de verle salir de un bar y suministró a sus compañeros la información que permitió la detención del individuo en el barrio de Gros este pasado jueves.
El vicepresidente del Gobierno vasco Josu Erkoreka explicó que este ertzaina «hace un seguimiento» al detenido tras verle salir de un bar, donde el presunto asesino «consumió un pincho y un wisky», una «anécdota», que da cuenta «del perfil del personaje», según ha afirmado.
A partir de ahí, el agente fuera de servicio se puso en contacto con sus compañeros, que identificaron al individuo -llevaba el DNI- y procedieron a su detención.
El consejero señaló que se trata de una persona con muchos antecedentes delictivos que «podía ser peligrosa y estar armada, nadie lo sabía exactamente, y hacía falta dispositivo policial fuerte para asegurar que no se escapara».
El detenido, que en el momento del arresto no portaba armas, estaba buscando una «red de acogida, ese contacto que le permitiera o huir o desaparecer», detalló el consejero, quien afirmó que «esta persona con un cambio de imagen o huido o desaparecido hubiera sido muy difícil de localizar después»
Según valoró «era muy importante que la detención se produjera antes de que esta persona pudiera cambiar de imagen -al parecer, era su objetivo al acudir a la peluquería donde fue detenido, según ha dicho- y acogerse a la red de fuga que le permitiera esconderse que estaba buscando».
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