(EFE). Un hombre aquejado de un trastorno esquizofrénico, que asfixió a su madre durante una disputa ocurrida en 2020 en el domicilio familiar de Soraluze, ha sido condenado a un máximo de catorce años de internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario, así como a cinco años de prisión menos un día.
Inicialmente estaba previsto que este caso fuera juzgado por un tribunal del jurado, si bien fechas atrás el procesado llegó a un acuerdo con la Fiscalía por el que reconoció lo sucedido y se conformó con las penas solicitadas por el Ministerio Público, según han informado a EFE fuentes del caso.
En su escrito de acusación provisional, el Ministerio Público solicitaba la aplicación de un agravante de parentesco al procesado, aunque también que se le tuviera en cuenta una eximente incompleta de anomalía o alteración psíquica ya que padece un trastorno esquizofrénico y un trastorno «mental y de comportamiento» debidos «al consumo de tóxicos, con aparición de síntomas psicóticos».
Según este documento, los hechos tuvieron lugar entre las dos y las tres de la madrugada del 16 de marzo de 2020, cuando el acusado, que por aquel entonces tenía 33 años, se encontraba en compañía de su madre, de 74, en el domicilio en el que ambos convivían, donde el hombre inició una discusión con su progenitora.
Durante esta disputa, el imputado «comenzó a ejercer una fuerte presión en el rostro de su madre», quien se encontraba tumbada en la cama de su habitación, hasta que «provocó la sofocación» de la mujer por oclusión de sus vías respiratorias, «desencadenando su fallecimiento por anoxia cerebral».
Seguidamente el inculpado salió a la calle «con las manos ensangrentadas y comenzó a gritar con tal intensidad que los vecinos avisaron a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad«, a cuyos agentes el procesado les explicó que «había un cadáver en su casa y que había hecho algo malo».
Al lugar acudieron los servicios médicos y forenses, que sólo pudieron certificar el fallecimiento de la víctima, así como una comitiva judicial y efectivos de investigación y de la Policía Científica de la Ertzaintza.
El hombre fue detenido por estos hechos y trasladado ante la autoridad judicial, que decretó su prisión incondicional sin fianza, si bien con posterioridad, el 1 de abril, acordó su traslado a un hospital psiquiátrico.
Según informaron a EFE en su momento fuentes municipales, el acusado era agente de la Policía Local de Elorrio (Bizkaia), motivo por el que, tras el crimen, la Asamblea Feminista de esta población convocó una cacerolada en los balcones como protesta.
Además el Ayuntamiento de Elorrio expresó en una declaración institucional su rotundo rechazo a este asesinato y sus condolencias a la familia de la víctima, y anunció que se sumaba a todas las movilizaciones convocadas.
Por su parte el Ayuntamiento de Soraluze hizo un llamamiento a sus ciudadanos a sumarse a la citada cacerolada y el Defensor del Pueblo Vasco (Ararteko) condenó este suceso que calificó de «crimen machista».
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