Pasan los meses y, como las posiciones en la negociación con las patronales no varían, quienes siguen moviéndose son las trabajadoras de las residencias gipuzkoanas. Hoy han protagonizado una concentración ante el palacio foral de la Plaza Gipuzkoa, seguida de una manifestación.
Han elegido ese lugar porque «es un sector que se financia con dinero público», destaca Janire Díaz, responsable del sector sociosanitario de ELA, mayoritario en el sector. Y «un 90%» de dicha financiación procede de la Diputación, a la que piden que intente desbloquear el conflicto: «Ya es hora de que, de una vez, la Diputación dé pasos firmes».
Por esto, las manifestantes han reiterado su anuncio de hace unos días: a partir del 20 de febrero, procederán a 19 días más de huelga (hasta el 10 de marzo inclusive), que se unen a los 16 días de 2018. Siguen así porque «no tenemos ninguna contestación por parte de la patronal, no hay ningún avance en la negociación», que lleva más de dos años abierta. Y cree ELA que la presión es «la única forma» de poder llegar a conseguir las condiciones laborales que reivindican, «muy claras, totalmente dignas».
Hasta que no consigan sus objetivos, «no vamos a parar» en la lucha. Entre las principales medidas que reclaman destaca, como muestra, «una clara mejora en ratios», pues las profesionales «trabajan a destajo». También piden mejor retribución y mejoras sociales, por ejemplo para trabajadoras mayores de 60 años.
El sector, eminentemente «feminizado», no puede quedar ajeno a que el 8 de marzo es precisamente el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. «Pero para nosotras, para este sector, el 8 de marzo es todo los días».
Deja un comentario