La victoria de ayer de Gipuzkoa Basket le saca del último puesto, le anima y da fuerza, mucha, a su afición. El encuentro ante Monbus Obradoiro terminó con un 85-72 que le da la vida.
La jornada 29 de la Liga Endesa arrancó con un ligero dominio visitante ante un Delteco GBC que salió de inicio con sus hombres más pequeños y enseguida entró en racha con un Rebec muy enchufado.
El Monbus Obradoiro comenzó haciendo de las suyas desde el 6.75, pero mediado el periodo los gipuzkoanos empezaron a neutralizarlos. Y con ese trabajo defensivo y el acierto desde fuera, el GBC se puso por delante ante un pabellón enganchado a su equipo y abonado al triple aguantó el equipo el dominio para finalizar el primer cuarto 23-18.
El ritmo del partido no decayó y los de Valdeolmillos se mantuvieron adelantados sacando una renta interesante que no podían dejar escapar. Sin embargo los rivales apretaron y recortaron la ventaja poniéndose a 3, pero el GBC siguió empujando y volvieron a irse de 10 en un visto y no visto. Y así siguió para marcharse al descanso a 44-36.
Un tiple de Pérez inauguró la segunda parte del encuentro y mantuvo alejado a su rival todo lo posible. Intensidad en defensa y confianza de cara al aro tratando de controlar cada lance del partido, así seguía dominando el GBC a pesar de los esfuerzos de los gallegos por remontar. Pero aprovechando cierto desconcierto por las decisiones arbitrales, lograron ponerse a dos quedando un solo minuto para el final del periodo. Nuevo triple de Pérez y la presión del Donostia Arena para llegar al último acto a 66-61.
Y de tres anotó una vez más el base catalán y el trabajo en equipo frenaba los ataques rivales para seguir por delante y retomar sus 10 puntos de renta. Una vez más tocaba gestionar un final cargado de tensión por todo lo que había en juego y el Delteco GBC aprobó con nota. El equipo supo mantener la cabeza fría y las manos calientes para imponerse claramente por 85-72.
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