(EFE). El asesinato este martes de una vecina de Orio a manos de su expareja, que la mató con una escopeta de cañones recortados con la que luego se suicidó, ha causado conmoción e incredulidad en esta localidad guipuzcoana donde casi todos se conocen.
Es el primer crimen machista que se produce en Euskadi este año y ha dado lugar a numerosas muestras de condena por parte de representantes políticos e institucionales.
A la confusión por la forma en la que había producido el suceso, pues en un primer momento la Ertzaintza barajó la de la explosión de un artefacto casero, ha seguido este miércoles la explicación del consejero vasco de Seguridad, Josu Erkoreka, quien ha dicho que los dos habían tenido una relación afectiva en el pasado y que habían quedado «expresamente ayer».
Confusión inicial
Según las primeras investigaciones, el hombre, de nombre Alberto, sin antecedentes por violencia de género, utilizó un arma de su propiedad que estaba manipulada y disparó a bocajarro contra la mujer y después se apuntó a sí mismo. Todo ocurrió en un banco público junto a un parque infantil, en pleno centro del pueblo.
La víctima, Lourdes, tenía 50 años y deja dos huérfanos, un chico mayor de edad y una menor de 15. Había roto con su verdugo hacía varios meses y su cuerpo, tras recibir el disparo, quedó en el banco donde había estado leyendo un libro, mientras que el del hombre estaba tendido en el suelo.
El hecho de que los testigos identificarán el sonido de los disparos con los de una deflagración y que algunos aseguraran haber visto una caja blanca, hizo que la primera unidad que movilizó la Ertzaintza hasta el lugar fuera la de explosivos. Fue al voltear el cuerpo del hombre cuando los policías vieron la escopeta.
Una mujer «muy simpática»
El levantamiento de los cadáveres tuvo lugar ya por la noche y esta mañana Orio se despertaba como un pueblo que transitaba entre el espanto y incredulidad por la dificultad de digerir un suceso semejante.
En la plaza del Ayuntamiento, un grupo de jubilados comentaban que «no se habla de otra cosa» este miércoles en el pueblo y, como muchos otros, no daban crédito a lo que había hecho Alberto, que residía en Zarautz aunque hacía su vida en Orio.
«Le conocíamos desde niño, un joven callado, y también a Lourdes, que era muy simpática», señalan sobre la víctima, que era originaria de San Sebastián pero vivía desde hacía años en la localidad costera donde trabajaba en un empresa de transportes.
Tampoco se lo puede creer Jorge Álvarez, del café Aurrera, donde el agresor se tomó un café poco antes de cometer el crimen y que consideraba a Alberto «además de un cliente fijo, un amigo».
Asegura que el fallecido era «muy deportista» y «gran pescador de sargos» y afirma categórico que «no había ningún motivo para sospechar que fuera capaz de hacer lo que hizo».
Tres días de luto
El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto y ha animado a los ciudadanos a acudir a una nutrida concentración de repulsa por el crimen machista esta tarde en la localidad, un llamamiento que también se ha realizado desde otras instituciones, como la Diputación de Gipuzkoa, cuyo máximo representante, Markel Olano, ha expresado «la profunda indignación y enfado» de su gobierno.
La alcaldesa de la localidad, Anuska Esnal, ha leído una declaración institucional en la que expresa su «dolor» por estos hechos «terribles» y ha hecho un llamamiento al «respeto», al tiempo que ha calificado de «extremadamente inadecuado» difundir imágenes del crimen a través de las redes sociales, como sucedió ayer.
La Asociación de Municipios Vascos, Eudel, ha condenado este asesinato y ha apelado a seguir reforzando las acciones de sensibilización y prevención ante la violencia contra las mujeres, especialmente entre los más jóvenes.
Es una de las entidades que se ha pronunciado este miércoles, como el Ararateko, Manuel Lezertua, el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, y también Emakunde, que ha recordado que la violencia contra las mujeres es «la expresión más brutal de la desigualdad entre mujeres y hombres, y se construye sobre relaciones de dominio y de desigualdad».
La Ertzaintza busca indicios en la casa del hombre y trabaja en otros frentes tratando de recabar pruebas para clarificar el asesinato, según dijo Erkoreka esta mañana.
El Ministerio de Igualdad ha confirmado la naturaleza machista del asesinato, lo que eleva a 18 el número de víctimas mortales de la violencia de género en lo que va de año y a 1.202 desde que comenzaron los registros, en 2003.
Hay además dos casos en investigación este año, según los datos de la Delegación del Gobierno contra la violencia de género.
En Euskadi existe un servicio de atención telefónica 24 horas para mujeres víctimas de la violencia machista: 900840111.
También se puede llamar en cualquier momento al 112 de atención a emergencias.
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