Con una puesta en escena que se moverá entre «lo cruel, lo espectacular y lo bizarro con gusto», con un coro de 30 voces «muy motivadas y de distintas procedencias» y unos músicos enamorados de la obra que van a representar podrá disfrutarse en el Victoria Eugenia los días 1 y 3 de junio ‘Orfeo y Eurídice’ de Gluck, una ópera no habitual en los repertorios que Opus Lirica quiere mostrar a los donostiarras «porque es una maravilla». Así se ha expresado esta mañana la soprano Ainhoa Garmendia (Eurídice) acompañada por el tenor italiano Matteo Mezzaro (Orfeo), Alicia Amo (amor), la directora de escena Marta Eguilior y Carmen de las Cuevas, presidenta del coro ADAO.
Todos ellos, a dos días del estreno, ultiman los detalles para llevar al escenario «una lectura real de esta historia oscura» que es la del hombre que se mete en el infierno para buscar a su amada con el compromiso de no mirarla. «Una histora del expresionismo alemán, de rock and roll, con una parte dantesca y otra muy pasional» para la directora de escena, que ha hecho hincapié en el «juego cruel» al que somete el amor a los protagonistas.
Matteo Mezzaro, que es la segunda vez que colabora con Opus Lirica, se ha declarado «encantado» de volver a Donostia con el grupo y con una obra que se representa poco «y que en esta segunda versión, la de París en 1774 , está dirigida a un tenor distinto». Todos coinciden en que tanto historia como música enganchan al espectador desde el primer momento.
Alicia Amo ha valorado especialmente el momento histórico musical en que fue escrita esta ópera, entre el barroco y el clasicismo, «una maravilla de época que Gluck supo plasmar mientras contribuía a una reforma que era muy necesaria».
Opus Lirica crece con esta nueva propuesta que vuelve a profundizar en el objetivo de lograr una temporada de ópera estable en Donostia. Tras ‘Elisir d’Amore’, ‘Rigoletto’, ‘El barbero de Sevilla’, ‘Don Pasquale’, ‘La Traviata’, ‘La Cenicienta’, ‘Carmen’ y ‘La Bohème’ llega ‘Orfeo y Eurídice’. Un trabajo intenso y exhaustivo que promete no dejar indiferente al público donostiarra.
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