(EFE). La Audiencia de Gipuzkoa ha dictado una orden de búsqueda y captura internacional contra un súbdito tunecino acusado de allanamiento de morada, de maltrato y de prevalerse de la «dependencia emocional» de su esposa, de nacionalidad española», para enriquecerse con sus bienes.
Según han informado a EFE fuentes del caso, el inculpado tiene abiertos al menos tres procedimientos judiciales en nuestro país, en el primero de los cuales se enfrenta a una petición de tres años de cárcel, acusado por la Fiscalía de un delito contra la integridad moral y de coacciones leves en el ámbito de la violencia contra la mujer.
En la segunda causa, que debería ser enjuiciada próximamente por un tribunal del jurado, el Ministerio Público solicita penas que suman otros tres años por allanamiento de la morada de su exesposa y por quebrantar la orden de alejamiento que le impedía aproximarse a ella.
Asimismo, el hombre se encuentra encausado en un tercer procedimiento por presuntamente agredir a su propio abogado defensor, asunto para el que, atendiendo a las especiales circunstancias del caso, el Colegio de Abogados de Gipuzkoa le ha designado como nuevo representante al letrado donostiarra Bernardo Sebastián.
El caso
Según la Fiscalía, los primeros hechos presuntamente delictivos imputados a este ciudadano magrebí se remontan a 2011, cuando se trasladó a San Sebastián para residir junto a la víctima, con la que se había casado tras un viaje turístico de ella al norte de África.
Ambos convivieron desde entonces en el domicilio de ella únicamente con el sueldo de la mujer, quien además sufría un trastorno bipolar cuyas «descompensaciones» le obligaron a coger la baja en distintos momentos.
Esta coyuntura presuntamente fue aprovechada por el hombre para comenzar a gestionar «de manera exclusiva» el patrimonio de su esposa, mientras «dejaba de prestarle a ella» las «necesidades personales más básicas» como las «alimenticias» y la medicación que le habían pautado.
De esta manera, supuestamente se aprovechó de la «enfermedad mental» de la víctima para convencerla de pedir un préstamo hipotecario de 165.000 euros sobre su vivienda, del que supuestamente el hombre dispuso para comprarse una vivienda propia en Villabona y quedarse con el dinero sobrante.
Un año más tarde volvió a convencer a la mujer para contratar un nuevo préstamo de 63.000 euros, cantidad de la que supuestamente él se apropió, tras lo que además adquirió dos perros «de gran tamaño» de forma «unilateral».
Ya en abril de 2017, el hombre se empadronó en su vivienda de Villabona y «dejó de mantener una relación efectiva» con su esposa, para comenzar una vida «independiente» con otra mujer, mientras seguía «disponiendo» del sueldo de la víctima e incluso contrató «nuevos préstamos» para comprar dos coches, entre otros artículos.
El hombre habría dejado además a los perros en el anterior domicilio familiar a pesar de que su esposa no podía hacerse cargo de ellos, lo que provocó una situación «insostenible» porque ella tenía «miedo» de los canes que, además, al no salir a la calle «estaban ansiosos» y «hacían sus necesidades en el interior» de la vivienda que estaba en un estado «deplorable» de suciedad y «falta de funcionalidad».
De manera «ocasional», el hombre regresaba al domicilio para alimentar a la víctima con bocadillos de «embutido», si bien a su marcha dejaba el frigorífico «siempre vacío».
La situación de «desprotección» en la que presuntamente mantenía a su esposa llevó al Ayuntamiento de San Sebastián a precintar la vivienda familiar, mientras que la mujer fue internada en el servicio psiquiátrico del hospital.
Ya en agosto de 2021, el inculpado presuntamente se coló en la vivienda de la víctima, a pesar de que tenía una orden de alejamiento que se lo impedía y que supuestamente volvió en incumplir en otras ocasiones, según las citadas fuentes.
Precisamente, estos incumplimientos motivaron la celebración de una vistilla para revisar su situación legal que tuvo lugar el pasado 23 de septiembre en la Audiencia de Gipuzkoa que, ante la incomparecencia del acusado, dictó una orden de búsqueda internacional, han precisado las fuentes.
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