Desde Opus Lirica tienen muy claro qué pedir para este 2020 que se avecina: llenar el Kursaal en las dos representaciones de Don Giovanni. Y con ese afán trabajan sin descanso. Sabedores del ‘tirón’ de un título maravilloso para los amantes de la ópera que, además, es ideal para llamar la atención de futuros aficionados. Un detalle curioso: para la escenografía contarán con esculturas de Tomás Murua, artista de Zarautz que falleció hace tres años. «Vimos sus obras y nos parecieron impresionantes, muy fuertes, con mucho carácter. Y el director de escena Pablo Ramos considera que son perfectas para una música con tanta energía», explicó Ainhoa Garmendia, al frente de Opus Lirica, que contra viento y marea lucha por mantener la creación de ópera local en Donostia.
Los días 21 y 22 de febrero ‘Don Giovanni’ tomará el escenario del Kursaal y también habrá una función familiar el 23 de febrero a las 17 horas de la tarde.
Musicalmente esta ópera que se representa desde 1787 es de las favoritas del público. «Mozart divierte y llega a la gente», comentó Garmendia.
En cuanto a la sinopsis, el clásico don Juan es bien conocido, aunque en este caso el director de escena Pablo Ramos dejó claro que «el Don Giovanni que se presentará en el Kursaal no será el héroe de otros tiempos que a día de hoy, con la que está cayendo, no puede más que reprobarse por su tendencia a abusar de las mujeres».
En lo que se refiere a la escenografía, la compañía Opus Lirica está acostumbrada a bregar por que el ingenio supla unos medios materiales limitados y en este caso ha sido providencial que el hijo de Tomás Murua, Ander, colaborador de la compañía, ofreciera unas esculturas de su padre, insigne escultor de Zarautz que fue alumno de Oteiza. «Va a ser una escenografía consecuente con la obra, potente. En ese camino trabaja Pablo Ramos. Y también habrá proyecciones muy modernas», explicó Garmendia, que no quiso desvelar más.
Los ensayos con todo el equipo comenzarán dos semanas antes de las representaciones, aunque para entonces ya llevarán tiempo trabajando el coro, por un lado, y los solistas por otro.
Una vez más Opus Lirica contará con el Coro ADAO-DOZE (Asociación Donostiarra de Amigos de la Ópera) que acompaña a la compañía desde el inicio con un papel esencial. Junto al coro trabajan en esta producción Iker Sánchez Silva como director musical, y Pablo Ramos y Carlos Crooke como directores de escena. Marzelo Guzzo es don Giovanni, Xavier Casademont es Leporello, Ainhoa Garmendia Donna Anna, Francisco Corujo Don Ottavio, Miren Urbieta-Vega Donna Elvira. El papel de Zerlina lo hace María Martín, el de Masetto Juan Laborería y el de Comendador Jeroboam Tejera.
Y con todos estos mimbres más las proyecciones que correrán a cargo de David Bernués se prepara ‘Don Giovanni’ para subir al escenario del Kursaal.
Balance y retos
Respecto a 2019 considera Garmendia que ha sido mejor que el año anterior. ‘La Serva Padrona’ no tuvo la repercusión que hubieran querido, aunque volvió a poner de manifiesto que el afán de Opus Lirica por producir ópera en Donostia no es flor de un día. «Cuatro personas se ofrecieron a trabajar sin cobrar», comentó Garmendia, «y por gestos así salimos adelante».
El apoyo de la Diputación, de Kursaal Eszena, del Ayuntamiento en lo que se refiere al Teatro Victoria Eugenia… todo ello da aire a una carrera que desde Opus Lirica tienen claro que va a a ser «a largo plazo».
Para el futuro el foco está puesto en los niños. Por un lado llevando la ópera a las aulas. Por otro con una ópera infantil de Britten. «No hemos encontrado fechas buenas ni para el Kursaal ni para el Teatro Victoria Eugenia, así que seguramente habrá que hacerla en 2021», comentó Garmendia. Retos no faltan. Aunque el más próximo e intenso es Don Giovanni.
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