Llega con tanta polémica detrás ‘Don’t worry darling’ (‘No te preocupes, querida’), con tanto culebrón mediático por las supuestas desavenencias entre la directora y los protagonistas, que poco más puede hacer Olivia Wilde por promocionar su película con tintes distópicos, que ya está en cartelera y sin duda es de los títulos de la temporada.
Sola, sin la presencia de los actores Harry Styles (también músico que se estrena en la interpretación) y Florence Pugh, muy sonriente y luminosa, Wilde se luce desde ayer en San Sebastián seguida por los fotógrafos. Hoy será una de las protagonistas, sin duda, en el photocall correspondiente, y esta noche en la alfombra roja.
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