Nos hallamos en plena precampaña electoral y, en ese marco, el diputado general de Gipuzkoa (y aspirante a repetir cargo), Markel Olano, atendió ayer en directo a los usuarios de las redes sociales, que preguntaron al candidato gipuzkoano del PNV su opinión acerca de diversos temas.
Entre ellos, una ciudadana, de nombre María José, le preguntaba a Olano por la huelga de los trabajadores de Ubik, que lleva activa desde el 22 de diciembre. Más exactamente, sobre qué está haciendo y qué tiene que hacer para garantizar unas «condiciones de trabajo dignas» en la biblioteca de Tabakalera.
En su respuesta, Olano enmarcó la huelga de Ubik y las últimas huelgas gipuzkoanas en general en el propio contexto preelectoral, como parte de una «estrategia». «Piensan, algunos al menos, que los políticos estamos más débiles antes de las elecciones».
Sobre Ubik en concreto, añadió que ya había dicho más veces que estaba de acuerdo con que las condiciones de sus trabajadores deberían mejorar. Pero, a la vez, deslizó que los que protestan deberían plantear condiciones «realizables», cosa que no percibió en sus planteamientos iniciales.
Disparidad de pareceres
Asimismo, Olano denunció algunas «actitudes» de los últimos meses, «contra personas, contra actos, contra las instituciones», que a su juicio están «de sobra». Citaba que en algunos eventos se presentó gente con actitud «físicamente beligerante», y que ese tipo de comportamientos «están de sobra en Gipuzkoa». A su entender, reiteró, aunque las reivindicaciones podrían ser legítimas, hay que mantener unas formas para defenderlas.
Como era esperable, las valoraciones de Olano han sentado mal entre los trabajadores de Ubik, algunos de los cuales también le respondieron por redes sociales. Desde la cuenta Bitartekariak Martxan!, que agrupa a huelguistas de la biblioteca, tachaban estas declaraciones de «muy graves», porque les atacaba «llamándonos violentos y criminalizándonos. Muy lamentable».
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