Agentes de la Ertzaintza detuvieron ayer en Oiartzun a un hombre, de 30 años de edad y nacionalidad polaca, por dos delitos. Por una parte, el varón arrestado circuló por varias vías de manera anómala a una hora de alta densidad de tráfico. Y, por otra ,se negó a realizar la prueba de alcoholemia, lo cual supone otro delito.
Según el relato del Departamento de Seguridad, la Ertzaintza recibió el aviso hacia las 17.45 horas de ayer, miércoles. Una furgoneta Peugeot Boxer, con matrícula de Polonia, circulaba dando bandazos por la carretera GI-40. En la incorporación de Garbera, el vehículo salió hacia la GI-20 y en sentido Irun tomó la GI-636. En esta carretera, una patrulla accionó las luces prioritarias y la sirena para dar alcance al vehículo infractor, el cual salió hacia el polígono Lintzirin de Oiartzun, donde fue interceptado.
Los ertzainas solicitaron al conductor la documentación correspondiente, y pudieron observar que al alcance del hombre había dos botellas de cerveza de un litro; una de ellas ya vacía, y la otra por la mitad. El hombre llevaba una nevera portátil en el asiento del copiloto.
Como se ha señalado, el conductor, que claramente se encontraba bajo los efectos del alcohol, se negó también a realizar las pruebas de detección alcohólica. Por estos motivos, los ertzainas procedieron a la detención del varón por dos presuntos delitos contra la Seguridad Vial. Ha sido puesto esta mañana a disposición del Juzgado de guardia de Donostia.
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