Las ciudades empiezan a parecerse tanto entre sí que un paseante en el Centro puede pensar que está en cualquier ciudad europea hasta que se encuentra un comercio tradicional o un monumento. Con esta realidad (o contra ella) ha lanzado la diseñadora Eva Villar un proyecto que dará un segundo paso mañana miércoles en Ricardo Óptico y La Esperanza, cuyos escaparates serán ‘ocupados’.
«Ocupamos algunos escaparates que van a desaparecer en el centro de Donosti y también algunos escaparates de locales familiares de toda la vida que sobreviven pero que nos ceden para organizar una acción positiva en forma de homenaje a su perseverancia». Esta iniciativa de la diseñadora Eva Villar fue seleccionada dentro de la nueva edición de META, de la Diputación de Gipuzkoa, que ayuda a lanzar proyectos por medio del crowfunding y contribuye a los mismos poniendo otro euro por cada uno que pone la ciudadanía.
La primera acción tuvo lugar el 18 de septiembre en el escaparate de la Casa Susperregui en la calle Arrasate, justo unos días antes de su desaparición. Se cerraron unas puertas que se habían abierto en 1930. Con tristeza sí, pero también con la reivindicación a favor del comercio de toda la vida, el comercio familiar. Y la necesidad de continuidad.
La siguiente acción será mañana miércoles a las 19 horas en dos locales abiertos y fuertes en la calle Loiola, pero que están inmersos en medio de esa globalización que domina el Centro: Ricardo Óptico y La Esperanza.
En La Esperanza se hará una intervención con dibujos del reconocido artista Juan Ugalde y en Ricardo Óptico intervendrá Iker Spozio, un artista joven que ya ha expuesto en Seoul, Moscow, Tokyo, Londres, Bilbao y San Francisco. Sus cuadros tienen una estética muy joven y fresca pero están realizados con una técnica muy antigua. Se trata de acciones abiertas al público.
Para aportaciones al proyecto de Eva Villar a través del programa META de la Diputación, aquí.
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