Las obras de mejora de las aceras en la calle José Miguel Barandiarán han comenzado esta semana y estarán listas para mediados de julio. La obra consiste en el ensanchamiento de las aceras en el tramo comprendido entre el Instituto y el edificio de aguas del Añarbe. Para ello se van a retirar los actuales bordillos de acera y se va a ampliar la misma mediante hormigón impreso, marcando el nuevo límite con el bordillo correspondiente.
“Se trata de una obra que busca mejorar la imagen de esta zona de la ciudad, concebida como aparcamiento, y que ahora pretende dar un mayor carácter peatonal a la acera en la que se sitúan las casas y los locales de hostelería, que mejorarán su actividad con terrazas más cómodas”, ha señalado el alcalde en funciones Ernesto Gasco.
La intervención iniciada supone la supresión de una veintena de plazas de aparcamiento. “Hemos sopesado la posibilidad de sustituir las plazas en batería por unas cuantas en línea, pero hemos optado al final por liberar la acera del estacionamiento de coches para dar una imagen más amplia”, ha dicho Gasco. La colocación del hormigón impreso se prolongará por espacio de dos semanas, siempre que las condiciones del tiempo sean óptimas, ya que el vertido de este hormigón con lluvia no es recomendable. Previamente se dispondrán de nuevas canalizaciones para el desagüe de las aguas pluviales. A mediados de julio la zona presentará una nueva imagen con aceras más anchas.
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