El Diputado de Cultura Denis Itxaso ha presentado junto a Eider Gardiazabal Rubial e Imanol Zubero el libro Las migraciones internas y su aportación al desarrollo de Gipuzkoa (1950-1975), un libro resultado del proyecto de investigación que ha promovido la Diputación en colaboración con la Fundación Ramón Rubial y la UPV-EHU.
El País Vasco y el territorio de Gipuzkoa en particular fue hasta la década de los años 80 uno de los destinos más importantes para las personas que emigraban desde otras regiones de España buscando mejores condiciones de vida. En el caso concreto de Gipuzkoa lo que actuaba como foco de atracción era su pujante tejido empresarial.
Una parte importante de esa población inmigrante llegó al territorio guipuzcoano antes de 1955: para ese año ya se habían instalado en Gipuzkoa alrededor del 25% de esa población. Durante las dos décadas siguientes, 1956-1965 y 1966-1975, llegarán a Gipuzkoa el 33% y el 29% del total de su población inmigrante, empezando a partir de esas fechas el declive y la práctica finalización de estos procesos migratorios. El resultado más evidente de todo ello es la profunda transformación experimentada por la composición de la población guipuzcoana.
La repercusión de estos procesos fue notable y se produjeron fenómenos como procesos anárquicos de urbanización, fijación de los inmigrantes en barrios marginales, reacciones xenófobas, acentuación de la diversidad de la sociedad vasca. Todos estos fenómenos han sido analizados en este trabajo.
El cuerpo central del trabajo lo ocupa el capítulo de los profesores Amaia Izaola e Imanol Zubero con un estudio sobre la inmigración tanto desde la perspectiva cuantitativa como cualitativa, midiendo lo que esas migraciones interiores supusieron, pero también cómo las vivieron sus protagonistas y cuáles fueron sus experiencias.
El capítulo de Josu Hernando Pérez sobre la inmigración en Gipuzkoa durante el franquismo estudia el fenómeno migratorio en su dimensión demográfica en Gipuzkoa, el del poeta Felipe Juaristi trata el tema en su vertiente cultura incidiendo sobre cómo repercutió en la literatura, y el de Raúl López Romo expone el tratamiento que en el imaginario de la izquierda abertzale tuvo la figura del foráneo durante aquellos años.
«Este estudio pretende sacar al inmigrante del papel opaco que a veces se le da y destacar la decisiva función que ha desempeñado en la historia reciente del país y la riqueza cultural que ha promovido», según afirma el catedrático de Historia Contemporánea Luis Castells en la introducción del libro.
Itxaso ha recordado que este proceso no estuvo libre de aristas. A las situaciones de precariedad económica y desigualdad en las que llegaban una parte importante de las personas que buscaban un futuro mejor, se sumaba la incomprensión ante las diferencias culturales y de costumbres.
Para Itxaso «esos inmigrantes de los años 50, 60 y 70, vivieron un proceso en el que de ser otros pasaron a formar parte del nosotros. Hoy en día, aproximadamente el 50% de la población de Gipuzkoa tiene su origen fuera del País Vasco y nuestra realidad cultural, social y económica viene determinada por este hecho. Ese nosotros actual comprende e incluye las aportaciones realizadas por estas comunidades a lo largo de los años, sin las que Gipuzkoa no sería tal y como hoy la conocemos».
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