Bang Bang Zinema cumplirá este 29 de noviembre diez años y DonostiTik habla con sus ‘padres’ Jon Paul Arroyo, Patxi Presa, Iñaki Gabarain, Alfonso López y Miguel Baquero, que siguen siendo amigos pese a todo («se discute mucho y ha habido enfados») y que preparan con cariño el cumpleaños que reunirá en el Teatro Principal a un público que definen como «un lujo» y al que le quieren agradecer su fidelidad con esta sesión gratuita y, como siempre, doble. Es un momento ideal para hacer balance y ver si hay futuro para el Bang Bang: «Todavía nos quedan fuerzas, pero todo dependerá de si no nos matamos antes entre nosotros», cuentan.
A lo largo de estos 10 años y 10 temporadas, ¿cuál ha sido el mejor momento?
Si hablamos de la programación habitual, creemos que la sesión La princesa prometida + Dirty Dancing supuso un punto de inflexión en nuestro proyecto. No fue nuestro primer lleno (antes ‘Indiana’ y ‘Brian’ habían agotado aforo), pero fue una sesión con un ambiente espectacular. A partir de ahí llenamos la sala durante cuatro años seguidos hasta el parón por la pandemia. Y dentro de las sesiones especiales destacaríamos Hijos de los hombres en la Casa Ciriza de Pasaia.
¿Y el peor momento?
La pandemia, sin duda, con la incertidumbre de no saber si Bang Bang podría regresar en algún momento, y todo ello, por supuesto, en una situación mundial tremendamente dramática. Además cuando decidimos retomar el proyecto tuvimos que lidiar con la distancia de seguridad y con las mascarillas, algo imprescindible, pero que complicaba la experiencia Bang Bang.
¿Ha habido alguna sesión que consideren un fracaso?
Habrá sesiones que han gustado más o menos, pero todas han tenido un buen nivel de público y un buen rollo increíble. Sí que hemos tenido pequeñas decepciones, por ejemplo la sesión 28 días después + Old Boy, que no reunió tanto público como creemos que merecía ese gran doblete.
¿Cuál de ustedes cinco es el que tiene mejor ojo para programar?
Responder a esto abriría muchas heridas porque las discusiones sobre las películas y la programación han supuesto verdaderas batallas. Creemos que es mejor no personalizar porque cada uno piensa que es el que tiene mejor ojo. Somos un equipo y todos nos consideramos responsables de los aciertos (y de los desaciertos).
¿Y quién es el que no atina porque tiene gustos más raritos?
Esta es fácil: Miguel sin duda, pero afortunadamente el público nunca lo va a saber porque los demás hacemos de cortafuegos ante sus excentricidades. Es un labor importante para mantener el buen humor y la salud mental del público
Entonces, ¿han llegado a discutir agriamente o la amistad está por encima de las divergencias cinéfilas?
Se discute mucho y ha habido enfados. Cualquiera que haya estado sentado en la mesa de al lado mientras intentábamos decidir dobletes lo ha visto, pero todos esos momentos se han visto superados por la amistad. Si bien ya éramos amigos cuando empezamos esta carrera, esa amistad ha salido muy reforzada después de estos años.
¿Cuál es esa película que no programarían nunca, aunque consideren que sí encajaría dentro del contexto Bang Bang?
Nunca pondríamos por ejemplo Torrente, el brazo tonto de la ley. Alguien puede pensar que puede funcionar en el contexto de Bang Bang, pero si los 5 consideramos que algo no es Bang Bang, como ocurre con esta película, no se programará.
¿Cómo se ha ido ampliando el espectro de la programación a lo largo de estos años?
Bueno, son 10 años y muchas películas. Evidentemente hemos proyectado ya muchos clásicos pero todavía tenemos en la recámara una buena reserva. Todavía hay películas que son puro Bang Bang que no han pasado por nuestra programación como E.T., Acorralado, Matrix, Mentiras arriesgadas… Queda mucho donde elegir y con la nueva regla de los 15 años, cada año ganamos un puñado de películas seleccionables.
¿Cuál ha sido la película más difícil de conseguir?
Sin duda Tiburón. Estaba programada en sesión con Conan el Bárbaro y la productora no nos permitió proyectarla después de haberla anunciado y con el cartel ya creado. Fue un palo. Afortunadamente pudimos recuperarla en la siguiente temporada.
¿Podríamos decir que Bang Bang Zinema nació como fruto de la nostalgia?
No, nació fruto de nuestra pasión por el cine. François Truffaut decía que entre el cine y la vida se queda siempre con el cine, sin ninguna duda. Puede ser un poco exagerado, pero algo de eso hay en nosotros. Queríamos compartir esta pasión y una forma de ver el cine: en compañía y rodeados de amigos y extraños, disfrutando de una película y vibrando de nuevo con esos momentos que ya nos emocionaron en su momento.
¿Qué pasa con la renovación (o falta de renovación) generacional?
La renovación de público es un problema general en todos los ámbitos de la cultura. En cualquier caso, sí que ha habido una evolución y muchos padres y madres han venido con sus hijos e hijas. En cada sesión detectamos público nuevo. Es fácil identificarlos cuando preguntan por el precio de las palomitas (que se regalan a los asistentes) o cuando se asoman al photocall y alucinan con la soltura con la que posan los habituales.
¿Imaginan cómo sería un Bang Bang dentro de 30 años con películas de ahora?
Si te refieres a si hoy en día se estrenan películas programables en un futuro Bang Bang, creemos que sí. Hay casos que vemos claros como Top Gun Maverick, La La Land o Barbie, pero es cierto que para estar seguros de si una película es o no es Bang Bang, lo mejor es esperar a que repose entre el público y ver qué huella deja.
¿Lo ven viable, entonces?
Pensar en 30 años es ciencia ficción total. Estaremos… ¿jubilados?, y serán las nuevas generaciones las que habrán cogido el testigo. Aunque muchos estaremos ingresados en residencias y será una oportunidad única: tendremos un público cautivo y aburrido. Imaginamos una sala con espacio para la sillas y los goteros, nuevos photocall con accesibilidad asegurada, repartiendo dexedrina en lugar de palomitas… todo un abanico de posibilidades.
¿Cómo se convive con un público tan ‘descarado’?
No consideramos que sea un público descarado. Todo lo contrario, nuestro público es un auténtico lujo. Es una maravilla ver a todo el público entusiasmado con las películas y siempre a favor. En cada sesión se crea un ambiente muy especial que estamos seguros es difícil encontrar en otras propuestas. Oír aplaudir cada beso y cada muerte es un gustazo.
¿Y ustedes no querrían matar a alguien alguna vez?
Matar no, pero sí “llamar la atención” a las personas que no recogen la sala y nos obligan a hacerlo a nosotros después de un duro día de trabajo. Después de 10 años en esto ya no somos unos chavales. Aunque si lo pensamos bien, cuando empezamos tampoco…
¿Qué nos pueden contar de la cita del 29?
Que nos falta presupuesto, ja ja ja … Es una sesión con la que queremos agradecer a nuestra comunidad su apoyo y su fidelidad durante estos 10 años, por eso hemos querido celebrar una sesión gratuita que además ha programado el propio público votando a través de sucesivas eliminatorias. En total hemos recibido miles de votos, lo que demuestra el entusiasmo de nuestro público.
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