(EFE). Una decena de explotaciones vascas de vacuno, nueve en Gipuzkoa y una en Araba, se encuentran afectadas por la Enfermedad Hemorrágica Epizóotica (EHE), cuyos casos han sido ya confirmados por el Laboratorio Central de Veterinaria referencia de Algete, en Madrid, han confirmado a EFE fuentes forales.
Según estas fuentes, la cifra de los focos no es estable, ya que también se han constatado nuevos positivos en otras explotaciones, una de ellas en Bizkaia, que se encuentran a la espera de confirmación oficial.
La Enfermedad Hemorrágica Epizoótica, también conocida como Enfermedad Hemorrágica del Ciervo, es una patología vírica infecciosa no contagiosa transmitida por los mosquitos y que afecta a rumiantes domésticos y salvajes, principalmente al ciervo y al bovino.
No obstante esta enfermedad no es una zoonosis y por tanto no afecta al ser humano. Se detectó por primera vez en España en noviembre del año pasado y se está extendiendo en las últimas semanas por granjas de bovino desde el sur hasta el norte del país.
Esta dolencia provoca cuadros respiratorios y puede llegar a afectar al aparato reproductivo de los animales, derivando en abortos o en el nacimiento de animales más delicados.
Una circunstancia, esta última, que puede generar repercusiones económicas para los ganaderos, al crear un mayor gasto veterinario mientras disminuye la producción y tienen lugar abortos e infertilidad.
En cualquier caso, no perjudica a la calidad de la carne, pero en los casos más graves puede provocar mortandad en el ganado vacuno.
Aunque no existe una vacuna autorizada en la Unión Europea, se pueden adoptar medidas para el control de la enfermedad, que consisten en la lucha vectorial mediante el empleo de insecticidas y repelentes en animales, medios de transporte e instalaciones, así como insecticidas y larvizidas para el control de las posibles zonas de cría.
Los casos confirmados ahora en Gipuzkoa fueron detectados el lunes pasado en animales que empezaron a presentar sintomatología, por lo que los técnicos mandaron muestras al laboratorio del centro de investigación Neiker que confirmaron los positivos el martes.
Seguidamente, los resultados fueron enviados al laboratorio de referencia de Algete (Madrid), que es un requisito previo a la declaración de los focos, algo que se ha hecho este lunes tras recibir el pasado viernes la confirmación oficial.
Las citadas fuentes han explicado que esta nueva situación conlleva la adopción de una serie de medidas respecto a los movimientos de animales fuera de la explotación cuando se transportan a los lugares que aún permanecen libres de la enfermedad.
De esta manera, todos los movimientos a zona libre de enfermedad tienen que ir acompañados de documentación que acredite la desinsectación de los transportes y los animales así como la ausencia de síntomas.
Las fuentes recuerdan además que el País Vasco comenzó a ser considerara «zona restringida» cuando se declararon los primeros casos en Cantabria, algo que probablemente ocurrirá ahora con Navarra porque se trata de una precaución que se aplica en un radio de 150 kilómetros en torno a los focos detectados.
En cualquier caso, las fuentes han precisado que no es necesario confinar a las reses enfermas porque la transmisión se lleva a cabo a través de mosquitos y es muy difícil evitarla.
Han precisado además que se han constatado que en los rebaños «hay muy pocos animales que presentan sintomatología» y por lo que al parecer «muchos la están superando sin presentar» síntomas.
Han destacado asimismo que la EHE es una enfermedad que «se supera», porque «es autolimitante pero los animales a la semana se recuperan».
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