De las 1.200 viviendas donostiarras de uso turístico presentes en el registro del Gobierno vasco calcula el Ayuntamiento que sólo el 27% cumple con la normativa tal y como ésta es en la realidad. No se sabe aún cuántas viviendas sobrevivirán a la ordenanza presentada hoy, que echará a andar a finales de enero. El alcalde Eneko Goia y el concejal Enrique Ramos han presentado la normativa referida a viviendas turísticas tras catorce borradores y un trabajo de más de un año. Una ordenanza que recibirá ahora las alegaciones de los grupos, después las de los ciudadanos, y que superados todos los trámites pertinentes será aprobada a finales de enero. Para su cumplimiento trabajarán diez inspectores y las sanciones pueden llegar a los 50.000 euros. Además con el tiempo se aprobará una tasa para los propietarios de los citados pisos.
Como ya se anunció en su momento la ciudad quedará dividida en tres zonas. La Zona A (Parte Vieja y Puerto) queda declarada «saturada» y queda totalmente prohibida la implantación de más viviendas turísticas o el alquiler de nuevas habitaciones. No se verán afectadas las viviendas que cuenten ya con las autorizaciones pertinentes (es decir, que se encuentren en la primera planta del edificio) y todas las que no respeten la normativa serán cerradas.
La zona B, «de alta demanda», incluye Gros, Amara (hasta Pío XII), Paseo de Francia, parte de Egia y parte del Antiguo. Se permitirán viviendas de uso turístico en la planta baja y también en la primera planta (cuando la superficie sumada al resto de los usos no residenciales del edificio sea igual o inferior a 250 metros cuadrados en la totalidad del edificio). Más arriba se podrá permitir una vivienda turística siempre que ninguna de las ubicadas abajo esté destinada a uso residencial y siempre que su superficie útil sumada al del resto de usos no residenciales sea igual o inferior a 250 metros cuadrados. Por otro lado se permitirá el uso de una única vivienda con acceso común en edificios que tengan un mínimo de siete plantas (bajo + 6) y otra por cada seis plantas adicionales. Ello será permitido siempre que no se sobrepase en la totalidad del edificio el límite de 250 metros cuadrados útiles.
La Zona C engloba al resto de la ciudad y la regulación es como la de la zona B (se permite la vivienda turística en planta baja y en primera planta o por encima si debajo no hay un uso residencial) y además se podrán permitir dos viviendas turísticas en edificios que tengan un mínimo de siete plantas y otras dos por cada seis plantas adicionales. Todo ello siempre que en los anteriores supuestos no se superen los 350 metros cuadrados útiles de usos no residenciales incluidos los de vivienda turística ni el límite de 250 metros cuadrados útiles excluidos los de vivienda turística.
Será imprescindible cumplir con la normativa municipal para entrar en el registro del Gobierno vasco. De hecho el Consistorio ha pasado esta semana aviso de que hay 60 viviendas que deben ser excluidas del citado registro porque no cumplen con la normativa actual. Y todas las viviendas de uso turístico formarán parte de un censo que será de acceso público.
Pisos turísticos: Ni una licencia más para la Parte Vieja y obligatoriedad de la primera planta con excepciones
De las 1.200 viviendas donostiarras de uso turístico presentes en el registro del Gobierno vasco calcula el Ayuntamiento que sólo
Foto: Santiago Farizano
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