Los pensionistas vascos no temen al viento ni a la marea y ha vuelto a quedar claro esta tarde. Miles de ellos han vuelto a recorrer el centro de Donostia desde Alderdi Eder en una protesta que se ha vivido en todas las capitales y que ha vuelto a poner de manifiesto la necesidad de que el colectivo reciba unas pensiones dignas. Más que nunca los pensionistas vascos han querido recalcar la cifra de los 1.080 euros (pensión mínima) a una semana de haberse producido elecciones y cuando está más cerca la formación de gobierno.
La manifestación ha recorrido la calle Hernani, ha tomado la Avenida y ha vuelto al Boulevard con pancartas que ponían de manifiesto, por ejemplo, que las pensionistas cobran un 40% menos que los hombres. Una brecha salarial que es especialmente dolorosa en este colectivo como recalcan los sindicatos.
Con apoyo popular y sindical, los pensionistas gipuzkoanos volverán a manifestarse «las veces que haga falta».
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