La Dirección General de la Marina Mercante del Ministerio de Fomento podría desbloquear antes del 11 de abril la situación que sufre el barco de rescate Aita Mari, rehabilitado con mucho esfuerzo para dirigirse al Mediterráneo Central a salvar vidas pero sin permiso para abandonar España y cumplir con su misión. Ayer el buque llegó a Coruña, donde la tripulación explica a los visitantes que tanto el Aita Mari como el Opern Arms, varado en Barcelona por lo mismo, podrían estar salvando vidas a diario. Según los registros que manejan las organizaciones han fallecido este año 282 personas en el Mediterráneo, aunque ya ha habido otro naufragio posterior que aún no ha sido contabilizado.
Mientras el drama se desenvuelve en un lugar del mundo, la burocracia manda en otro. Como dos extremos destinados a no tocarse. Dos meses han pasado desde que el Aita Mari recibió por parte de la Capitanía Marítima el rechazo a su petición de despacho para el Mediterráneo Central. Con ello no se ‘ahogó’ la esperanza de ayudar, pero cada nueva víctima es un mazazo y a día de hoy rige la incertidumbre sobre el futuro del barco, que podría no llegar a cumplir nunca con su tarea.
Respecto a la opción de que la Marina Mercante se pronuncie antes del 11 de abril (también puede haber silencio administrativo), fuentes de SMH explicaron a Donostitik.com que «hay algunas esperanzas, más bien pocas, pese a las complicaciones que están poniendo las autoridades ya sólo a navegar por España».
En este contexto cabe recordar que las organizaciones Proactiva Open Arms y Salvamento Marítimo Humanitario dirigieron recientemente al Gobierno de Pedro Sánchez las 139.000 firmas que pedían el permiso para zarpar, pero el gesto ciudadano no tuvo consecuencias frente a lo dicho por el ministro Ábalos: «No es una decisión arbitraria, se ciñe a lo marcado legalmente».
En su escrito de denegación el Ministerio de Fomento explicaba que los puertos seguros de la zona (Italia y Malta) están cerrados para los rescates. Por lo tanto la navegación con un elevado número de náufragos hacia otro destino sería larga y peligrosa. El documento reconocía que en el Mediterráneo Central se está produciendo una situación de emergencia con personas en riesgo de muerte, pero no autorizaba la intervención porque el rescate implicaría un desplazamiento posterior en condiciones difíciles.
«El Gobierno de España, en lugar de reclamar a sus socios de la Unión Europea que cumplan con los compromisos en materia humanitaria y de responsabilidad en los convenios internacionales de salvamento de náufragos, descarga sobre nuestra organización dicha responsabilidad», afirmaba SHM.
Pese a todo el Aita Mari continúa listo para zarpar.
Más información en el enlace:
“El ‘Aita Mari’ es imprescindible, la gente se está ahogando”
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